La opinión más importante sobre Cúcuta es la de sus propios ciudadanos. 

En los últimos meses, nuestro municipio ha sido epicentro mundial de atención por la crisis con Venezuela. No obstante, la realidad que se vive en Cúcuta y la percepción de los cucuteños sobre sus problemas es diferente a lo que se muestra. Los resultados de la encuesta “Cúcuta Como Vamos” nos ayuda a conocer el deseo de cambio que tiene la población. 

A finales de febrero se publicaron los resultados de esta encuesta, que se realiza anualmente en alianza entre La Opinión, la Fundación Corona, la Universidad Libre y la encuestadora Ipsos Napoleón Franco. Los resultados evidencian que la alcaldía actual no tiene la confianza de los ciudadanos.

Según la encuesta, en los últimos 4 años, los cucuteños que piensan que la ciudad va por buen camino han bajado de un 49% a un 30%. Los cucuteños que se sienten orgullosos de su ciudad bajaron de un 72% a un 47%. 

Por otro lado, quienes se sienten satisfechos en la ciudad como lugar para vivir bajo de 73% a un 58%. En resumen, estamos perdiendo el optimismo, y es fundamental frenar esto para la ejecución exitosa de políticas públicas.

La desconfianza responde a nuestras cifras de pobreza, inseguridad y desempleo. Pero será imposible cambiar nuestra realidad con una ciudadanía sin orgullo por su identidad y sin esperanza. La llegada del próximo alcalde y gobernador es una oportunidad para mejorar el ánimo de la población. 

Las campañas políticas de este año se deberían enfocar en fortalecer la identidad y el ánimo esperanzador. ¿Cómo podemos construir una sociedad con instituciones fortalecidas y económicamente competitivas sin el optimismo de sus ciudadanos?    

Las campañas electorales locales se ponen cada vez más agitadas con el avance del año. Y según Cúcuta Como Vamos, los ciudadanos no confían en la gestión institucional.

La población cucuteña confió en el presidente Duque para recuperar la institucionalidad en Colombia. También, pueden confiar en el Gobierno para recuperar la institucionalidad cucuteña. Para ello, el Plan Nacional de Desarrollo es la hoja de ruta que el país necesita para cumplirle a los colombianos. 

Contamos con un Gobierno Nacional comprometido en la lucha contra los criminales y la corrupción. Nuestra población puede estar optimista con el Plan Nacional de Desarrollo, las objeciones del Presidente a la JEP y la lucha frontal contra el narcotráfico. 

Ojalá que el próximo alcalde, al igual que el Gobierno, tenga como prioridad el diálogo permanente con la comunidad y la oportuna acción para solucionar los problemas más sentidos de nuestro municipio. Lo anterior, con transparencia y eficiencia en el manejo de los recursos públicos. Así lograremos mejorar los indicadores en desempleo, pobreza e inseguridad.  

Estoy seguro que volveremos a ser en una sociedad orgullosa y empoderada. No existen ciudades o países exitosos que no se sirvan de la proactividad y la confianza de su población. Los cucuteños debemos ser en una población que se queje menos y proponga más. 

Las elecciones de octubre es una nueva oportunidad de elegir a conciencia, de lograr un cambio que surja de nosotros mismos votando por propuestas serias. Los candidatos deben estar preparados para aceptar el reto. 

Al servidor público o ciudadano interesado, le recomiendo la lectura de esta encuesta: https://www.laopinion.com.co/cucuta-como-vamos