El Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia organizó tres sesiones de socialización con gobernadores, alcaldes, secretarios de salud, gremios y demás autoridades nacionales, con el fin de explicar la estrategia de vacunación nacional contra la COVID-19. Un total de 1.089 autoridades asistieron a las jornadas.

Según el Ministerio, el objetivo es que en enero se cumpla la fase de alistamiento del plan de vacunación y que la aplicación del biológico comience de forma definitiva en febrero a lo largo del país.

En este primer encuentro se socializó el proceso de vacunación, el agendamiento, la logística, la aplicación y administración de las vacunas. Para completar el alistamiento para el plan de vacunación se realizarán una serie de reuniones con el fin de ajustar la estrategia de acuerdo con los retos de cada municipio.

El ministro de Salud, Fernando Ruiz, explicó que el objetivo es lograr vacunar 120.000 personas diariamente en el punto más alto de la primera fase. Además, el ministro recordó a los funcionarios que el proceso de vacunación será un proceso complejo, con importantes retos logísticos y desafíos en los territorios.

Ruiz recordó que la primera fase de la vacunación tiene como objetivo reducir la mortalidad por COVID-19, reducir la incidencia de casos graves y proteger a los trabajadores de la salud, por lo que las primeras poblaciones a vacunar serán el personal de salud, los mayores de 80 años y las personas con comorbilidades.

El ministro explicó que la ruta de vacunación comenzó con la priorización de la población y el establecimiento de las etapas. Posteriormente, se identificará en el territorio las IPS habilitadas para servicios de vacunación y que cuenten con la capacidad para ampliar el servicio para vacunar contra  el coronavirus.

Una vez se tengan establecidas las IPS, estas asignarán la cita de vacunación. “La IPS realiza el agendamiento de la cita de vacunación e informa a la EAPB y esta última actualiza la base de datos nominal de la población y lo carga a la plataforma Mi Vacuna. Finalmente el usuario consulta la información individual allí”, explicó el funcionario del orden nacional..

En el momento de la vacunación, los ciudadanos recibirán la explicación del procedimiento, diligenciarán el consentimiento informado, se hará el registro de la vacuna y se entregará su carné de vacunación.

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Temores por la vacuna

En varios países ya comienzan a realizar estudios para determinar por qué algunas personas no están convencidas de ponerse la vacuna.

El psicólogo Pablo Palmero Salinas ha abordado cómo las psicopatologías podrían estar asociadas a las resistencias a la vacunación, con motivo del inicio de la campaña contra la COVID-19.

“Los obstáculos a la campaña de vacunación no atienden solo a una cuestión de rigor informativo. Las inseguridades personales y sociales, así como la falta de confianza en el sistema propician derivas emocionales, y piden por parte de los responsables una cuidadosa atención de otros factores, sobretodo de tipo humano. Las personas no colaborarán, o al menos una gran parte, si no se sienten debidamente legitimadas y tenidas en cuenta”, explicó el experto.

Por ejemplo, El número de españoles dipuestos a vacunarse inmediatamente de COVID-19 ha aumentado a 40,5 por ciento, según los resultados del Barómetro de diciembre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), frente al 32,5 por ciento que mostraba su disposición a recibir la vacuna en cuanto fuera aprobada en la encuesta de noviembre.

Según las cifras del CIS, publicadas este lunes, un 28 por ciento de la población española, sin embargo, se niega en rotundo a inmunizarse por el momento. Un 16,2 por ciento, en cambio, sí se muestra a favor pero solo en el caso de que tenga “garantías”, esté “probada” y sea “fiable”.

“Estos porcentajes son similares en muchos otros países, lo cual indica que estamos frente a una cuestión de primera importancia que necesita ser investigada y abordada de manera pluridisciplinar. Nos conviene invertir tiempo y los recursos necesarios para afrontar este nuevo reto, porque de nada sirve tener el remedio si no va a ser empleado, o si va a ser origen de confrontaciones sociales”, señaló.

Según Palmero, médicos, científicos y políticos “deben explicar e informar de forma clara  sobre las vacunas”.