La Canciller María Ángela Holguín reconoció este martes que no hay un plan 'B' tras la perdida del plebiscito que refrendaba los acuerdos con las Farc. Este reconocimiento no es nuevo, pues desde el principio el Gobierno planteó que lo que harían los colombianos sería: o aceptar los acuerdos o no aceptarlos.

"Desafortunadamente no hay plan B. Yo creo que difícilmente a uno se le puede pasar por la cabeza que los colombianos le digan no a vivir en paz, no a más muertos, no a más cultivos ilícitos. Tengo que reconocer que pensamos que Colombia era un país que quería vivir en paz y pasar la página", dijo la Canciller, afirmando que entre quienes votaron por el No, hay temas de rencor que no se ha superado.

La decisión del Gobierno Santos, determinó entonces sin pensar, el momento de incertidumbre por el cual pasa la política colombiana, en donde se está a la expectativa de si se encuentra una solución rápida o no, para evitar que el cese el fuego bilateral termine. Un escenario creado por el mismo Gobierno, que fue mala idea, como indica el director del programa de Ciencia Política de la Universidad de La Sabana, Iván Garzón.

"En general es una mala idea en la política no tener un plan B. (...) Había mucho triunfalismo, la muestra mayor de eso no era ni siquiera la ausencia de un plan B, sino la muestra más fehaciente de ese triunfalismo es que Santos hubiera ofrecido su renuncia si perdía el plebiscito", dice Garzón.

Pero para el representante a la Cámara por el Partido de la U, Hernán Penagos, no se puede ver el hecho de no tener Plan 'B' como una falta de visión del Gobierno Nacional.

"El Gobierno siempre planteó que en el evento que ganara el No, había una gran posibilidad de que se perdieran los acuerdos, entre otras razones porque la posibilidad de modificarlos no es una iniciativa del Gobierno. Eso depende la voluntad de la guerrilla de las Farc. Así que no se puede entender que la posibilidad de ganar el No, es una falta de previsión, sino simplemente se invalidaron los acuerdos. Ahí no queda más remedio que sentarse a dialogar, pero es muy difícil pensar que pudieran recomponerse los acuerdos dado que ya estaban firmados", dice Penagos.

"Sí hay Plan B"

Sin embargo, el senador del partido de la U, Roy Barreras, ha dicho que sí hay un plan B, y ese correspondería al Congreso de la República, en caso de que el Centro Democrático no presente las propuestas concretas y viables del No.

"Si no las hacen, le aseguro a los colombianos que hay plan B. El Congreso de Colombia obedece el mandato de los del No y obedece al mandato de los del Sí, que defendemos la paz. Hay plan B, pero el plan A es este diálogo nacional y por eso la Comisión de Paz, se suma a este diálogo, lo estimula", dijo.

Así pues, el senador ha dado a entender que en el Congreso se podrían adelantar los ajustes que se requieren para la construcción del proceso de paz, pero no es una idea que comparten.

Para Iván Garzón, la propuesta: "es propia de los oportunistas de la paz. Claramente el acuerdo no se puede implementar si no tiene legitimidad democrática y expresamente la Corte aclaró que en caso de que el No ganara, el acuerdo era inaplicable. En este punto estamos en una especie de recriminaciones mutuas".

El representante Hernán Penagos reitera que acá lo importante es hablar directamente con las Farc, pues como también lo dijo la canciller Holguín, ellos serían los que tendrían que definir si reabren o no lo acordado.

"Nada ganamos si no hablamos con las Farc, nada nos ganamos con un pacto nacional, nada nos ganamos con un pacto con los expresidentes Uribe, con el expresidente Pastrana, si la guerrilla de las Farc no aceptan las nuevas condiciones. En el mismo sentido el Congreso de la República, no puede implementar el acuerdo porque el proceso de paz, no entró en vigencia, así que mientras no ocurra eso, ni el Congreso puede empezar aprobar actos legislativos y obviamente no puede convalidarse con la decisión que adopte", dice Penagos.

Además, como ellos dos, el senador Armando Benedetti y el presidente del Congreso, Mauricio Lizcano, ya han dicho que los temas de paz quedarán suspendidos hasta que no exista un acuerdo entre la posición del Sí y del No.

“La agenda legislativa del Congreso sigue funcionando, pero por supuesto mientras esta comisión no muestre resultados, pues obviamente la agenda legislativa en temas de Paz queda congelada hasta ver los resultados de la comisión”, dijo este lunes Lizcano, al anunciar que se crearía la comisión para que delegados del Gobierno y de los del No dialoguen.

¿Y la Ley de amnistía?

Otra de las cosas que se dicen, se pueden hacer para evitar que se termine con el cese bilateral y se vaya a la violencia, es una propuesta hecha por el expresidente y senador Álvaro Uribe, que es la amnistía para quienes no hayan cometido crímenes atroces. La misma, que estaba contemplada en el acuerdo.

Una posibilidad que niega el representante Penagos, no solo porque se incluía en el acuerdo de paz, sino también porque no habría ninguna garantía para el Gobierno.

"Generar una ley autónoma que se haga al margen de los acuerdos, no tiene ninguna posibilidad porque no sería un acuerdo con la guerrilla de las Farc, sino una iniciativa propia que podrían aplicar los guerrilleros o no. Eso no tiene ningún sentido porque si ellos rompen los acuerdos, nada nos ganamos con una ley de amnistía", dice Penagos.

Para el analista, profesor y columnista John Mario González, esa propuesta hecha por el expresidente Álvaro Uribe es desleal por aprovecharse de que las Farc ya han entregado información importante sobre sus filas, y contradecir lo ya prometido por las instituciones.

"Es de una deslealtad institucional grande, porque no se puede pretender ahora desagregar a las Farc sin haberlo derrotado, simplemente aprovechando la oportunidad histórica", dice.

Pero para el director del programa de Ciencia Política de la Universidad de La Sabana sí es posible adelantar esta ley.

"Si bien no es ley de amnistía  es un compromiso del Estado en el acuerdo, no significa que lo tenga que cumplir con el marco del acuerdo. El Gobierno puede cumplir ese compromiso, puede implementar esa decisión. (...) En este caso más bien, yo veo que es que se están explotando políticamente las diferencias entre ambos sectores, pero ambos coinciden en el tema de la amnistía", dice.

El Plan B es el patriotismo

Ante el panorama, para John Mario González, lo que queda es diálogo y hacer que prime lo mejor para Colombia y conseguir la solución lo más pronto posible.

"El camino es uno: es el de patriotismo por parte del uribismo, de prontitud del gobierno y de búsqueda de hacer un acuerdo más amplio y de incluir al Eln", dice destacando que así se podría justificar que posteriormente los colombianos vuelvan a las urnas.

Lo anterior, porque: "El riesgo es que la guerrilla vuelva a su estrategia de movilidad, de extorsión para financiar sus estructuras, y que ese camino despeñe todo el esfuerzo de cuatro años. Es un momento que es muy delicado".

Antes de conocerse la reunión que sostendrá el expresidente Álvaro Uribe Vélez, y el expresidente Andrés Pastrna para hablar sobre los acuerdos de paz, González afirmó que hasta el momento desde el uribismo no se evidenciaba dicho patriotismo, pero con ese nuevo encuentro, "habrá que cruzar los dedos", para que exista la voluntad política que permita evitar una salida violenta ante la incertidumbre.