El juzgado 28 de Control de Garantías de Bogotá concedió la libertad a Édgar Ignacio Fierro Flórez, ‘Don Antonio’, por vencimiento de términos en el proceso que le sigue la Fiscalía por falso testimonio, en el caso de la exrectora de la universidad Autónoma del Caribe, Silvia Gette Ponce, según informó el diario El Heraldo.

Camilo Bocanegra Bernal, abogado del excomandante del frente paramilitar José Pablo Díaz, confirmó que se decretó la libertad, al transcurrir más de 150 días desde que la Fiscalía acusó a su cliente por los delitos de  falso testimonio, fraude procesal y soborno. 

El desmovilizado ya había obtenido orden de libertad por parte de la Corte Suprema de Justicia, pero seguía detenido por el caso Gette. 

La Corte confirmó el fallo que concedió el beneficio de libertad a prueba a Fierro, como postulado a la Ley de Justicia y Paz. 

El magistrado José Barceló Camacho profirió el 17 de junio del año anterior la providencia, que fue apoyada por la sala de casación penal. En ella decidió “confirmar la decisión impugnada”.

Camacho respaldó el anuncio del 14 de octubre de 2014 de la magistrada de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla, Zoraida Chalela Romano. 

Chalela mantuvo su postura de aceptar la petición del abogado de Fierro: sustituirle dos medidas de aseguramiento por una no privativa de la libertad, porque acumuló al menos ocho años en una cárcel desde su postulación en agosto de 2006 a Justicia y Paz. 

Fierro permanecía recluido en la cárcel La Picota, en Bogotá, la cual abandonó el pasado jueves, luego de surtirse los trámites ante el Inpec.

Acusación
Por los tres delitos, la Fiscalía acusó a los postulados de Justicia y Paz Édgar Ignacio Fierro Flórez y Johnny Rafael Acosta Garizábalo, alias 28. 

La acción se desprendió de la denuncia interpuesta contra los dos exparamilitares por Gette Ponce. El fiscal detalló las inconsistencias en las que los dos acusados habrían incurrido para señalar a Gette Ponce como la determinadora del homicidio del ganadero Fernando Cepeda Vargas, perpetrado a las afueras de Barranquilla el 22 de agosto de 2003.