El próximo 20 de febrero continúa la audiencia de formulación de cargos contra el alcalde de Bucaramanga (Santander), Rodolfo Hernández Suárez, por presunta infracción al deber de tratar con respeto, imparcialidad y rectitud a las personas con que tiene relación por razón del servicio. 

Con la diligencia que se surtirá en dicha ciudad, el ente de control busca establecer si Hernández Suárez habría acusado a un funcionario de la alcaldía de actos de corrupción y hurto de dineros de la contratación del municipio, por 250 millones, como lo habría afirmado ante medios de comunicación y la ciudadanía, el pasado 17 de abril. 

Del mismo modo, busca establecer si el alcalde habría calumniado al funcionario, por presunta apropiación de dineros para el pago de las obras que se realizaban en la alcaldía, durante una formación de uniformados de tránsito, el 25 de septiembre de 2017. 

De ser así, el mandatario podría haber violado el respeto al debido proceso, y generar posibles lesiones a la autoestima y la dignidad humana del subalterno sin contar con una sentencia judicial condenatoria. 

Así las cosas, el Ministerio Público al proferir los cargos, calificó provisionalmente las presuntas conductas de Hernández Suárez como faltas graves a título de culpa gravísima, por posible violación manifiesta de normas de obligatorio cumplimiento y presunto menoscabo del capital moral de una persona, siendo la máxima autoridad administrativa de la ciudad de Bucaramanga. 

Esta no es la primera indagación disciplinaria en la que está inmerso el actual alcalde, en noviembre pasado el Ministerio público abrió investigación en su contra porque habría golpeado a un concejal de dicha ciudad.