Respetar las garantías de seguridad ofrecidas en el marco del proceso de paz es lo que piden expertos de derechos humanos de la ONU, luego de conocer y condenar el reciente asesinato e intento de desaparición forzada de un excombatiente de las Farc. 

El pronunciamiento hace referencia a Dimar Torres, el exintegrante de esa guerrilla que fue hallado muerto el 22 de abril a las afueras de un campamento militar en Norte de Santander. 

“Este atentado es un desafío para el proceso de paz ya que no cumple con el acuerdo final que exige el respeto a la vida de todos los excombatientes quienes deponen las armas. Por lo tanto, es una violación de las garantías acordadas por Colombia”, dijeron los expertos independientes. 

Según las denuncias recibidas, integrantes de la comunidad da la que pertenecía Torres Arévalo dijeron que los soldados del Batallón de Operaciones Terrestres Nº 11 de la II División negaron conocer su paradero. 

Posteriormente, encontraron cerca del lugar tres palas y una fosa recién cavada, presuntamente con la intención de ocultar el cadáver. 

Los expertos hicieron un llamado a las autoridades nacionales con el fin de proteger los derechos y libertades de los excombatientes reincorporados de las Farc, como a sus familiares, en el momento de su transición a la vida civil. 

Del mismo modo, pidieron celeridad en las investigaciones, que estas sean “justas e imparciales”. 

“Instamos a las autoridades colombianas a que investiguen esta supuesta ejecución extrajudicial y otros asesinatos similares de conformidad con las normas internacionales, que exigen independencia e imparcialidad. 

“Es importante para la protección de estas personas y sus familias que estos autores sean llevados ante la justicia”, dijeron los expertos independientes. 

Añadieron que ignorar las garantías prometidas a los excombatientes aumenta la posibilidad de que abandonen el proceso de paz y reinserción como también la posibilidad de que se unan a grupos disidentes o que vuelvan a tomar las armas para protegerse a sí mismos.