Ante el Juez 38 con funciones de conocimiento, la Fiscalía solicitó el archivo de la investigación contra Mario Muñoz, escolta de la Unidad Nacional de Protección (UNP), quien le quitó la vida a un hombre que intentaba robar a una mujer en el norte de Bogotá.

“La Fiscalía invoca la preclusion de la investigación (...) en ausencia de responsabilidad, no habrá lugar a responsabilidad penal cuando se obre con necesidad de defender un derecho propio o ajeno contra injusta agresión, siempre que la defensa sea proporcional a la acción”, dijo la fiscal.

La delegada de la Procuraduría se mostró de acuerdo con la solicitud de la Fiscalía e indicó que pese a que se registró la muerte del presunto delincuente, el escolta hoy procesado actuó en defensa propia y en la de un tercero.

Contrario a la Fiscalía y la Procuraduría, el representante de las víctimas indicó no estar de acuerdo con dicha acción y que el motivo de su intervención en la diligencia es “buscar la verdad”.

La delegada de la Fiscalía en medio de su intervención expuso la manera como se dieron los hechos el pasado 30 de enero a las 8:00 de la noche en el norte de la capitán del país.

“Una mujer conducía un vehículo y estaba siendo víctima de un atraco por parte de unos asaltantes, es cuando Mario Muñoz, escolta de protección en servicio activo y cumpliendo funciones para ese momento, se desplazaba en un vehículo de la unidad a pocos carros de distancia del que habría sido objeto de hurto. Posteriormente, bajó del vehículo y por el costado derecho de la calle se acercó al carro, llamó la atención de los delincuentes advirtiendo que era funcionario público”, dijo la fiscal.  

La funcionaria señaló que los presuntos asaltantes hicieron caso omiso a su llamado, por lo que tuvo que desenfundar el arma para evitar el ilícito.

De acuerdo con la Fiscalía, en el lugar de los hechos los expertos en balística hallaron tres vainillas, de las cuales dos fueron impactadas contra Nicolás Afanador Duarte, presunto ladrón y quien perdió la vida por la gravedad de las heridas, y una tercera fue hallada en el piso, la última fue disparada una vez Muñoz trató de evitar el hurto.