El presidente de Colombia, Iván Duque, tomó ayer  las primeras medidas de su Gobierno para enfrentar los problemas de seguridad y salud del archipiélago de San Andrés y Providencia, que llamó territorio indivisible del país en el Caribe.

La mejora de las condiciones de vida de los habitantes del archipiélago, situado a 775 kilómetros de la costa noroccidental colombiana, es una prioridad del Gobierno debido al litigio existente con Nicaragua por la delimitación marítima de la zona.

Entre las medidas anunciadas por Duque tras concluir un consejo de seguridad celebrado en San Andrés está el envío de personal especializado en criminalística de la Policía para reforzar la capacidad de investigación de la Fiscalía.

Igualmente se acordó agilizar la información para combatir el porte ilegal de armas y enfrentar la reincidencia delictiva ya que el 25 por ciento de los delincuentes capturados en la isla y no condenados por delitos graves vuelven a cometer crímenes.

“Queremos reducir significativamente el número de homicidios y de hurtos que se han venido incrementando en el archipiélago. No queremos seguir viendo ese número de homicidios como el que se registró en 2017”, dijo Duque, quien asumió ayer la Presidencia para el periodo 2018-2022.

Según la Defensoría del Pueblo, en San Andrés se cometieron el año pasado 22 homicidios, una cifra inusualmente alta, pues fueron diez más que en 2016, debido principalmente al narcotráfico.

En cuanto a la salud, una de las primera medidas será la puesta en funcionamiento de un avión medicalizado “que permita movilizar pacientes en condiciones crónicas o delicadas, en emergencia, desde Providencia hasta San Andrés”, donde está el Clarence Lynd Newball Memorial, el principal hospital del archipiélago.

“En los próximos 60 días estaremos identificando la posibilidad de tener a disposición vehículos marítimos que también atiendan a esa población en situación de emergencia”, agregó el presidente Duque.

Después del consejo de seguridad, Duque se trasladó hasta el hospital para hacer un recorrido por sus instalaciones y ver las condiciones en que funciona.

A su llegada al Clarence Lynd Newball Memorial, el mandatario fue recibido con aplausos por una multitud compuesta por trabajadores del hospital, visitantes y hasta pacientes externos que se aglomeraron en el zaguán principal para saludarlo y tomarse fotos con él.

“Estos son compromisos de corto plazo y rápida respuesta para el archipiélago”, afirmó el presidente, quien pasó todo el día en la isla para ver también las necesidades de sus habitantes en materia comercial y turística. Hoy, está en Tibú, Norte de Santander.