El pasado domingo, a las 3:30 de la madrugada, una comisión policial acudió al oportuno llamado de los residentes barrio Arenal Barrancabermeja, Santander, quienes denunciaron el llanto imparable de un niño en una casa de la comunidad.

Al llegar a la vivienda, los efectivos ingresaron para corroborar el estado del infante y se encontraron con la sorpresa de que en el lugar estaba una bebé de pocos meses de nacida, el inmueble estaba deshabitado.

La niña fue trasladada hasta el vehículo policial, quien mantenía su inconsolable llanto, por lo que la patrullera Audry Patricia Herrera Luna se destapó parte de su pecho y decidió amamantarla hasta calmar el hambre que padecía.

Posteriormente, los uniformados la llevaron a  la clínica La Magdalena para su valoración médica y luego entregada a las unidades policiales de Infancia y Adolescencia, quienes pusieron a la pequeña bajo el resguardo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).

La actuación noble de la funcionaria ha generado loas a la institución policial y a la patrullera, por su abnegando servicio.