El reciente informe trimestral del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la Misión de Verificación en Colombia una vez más advierte de su preocupación sobre el asesinato de líderes sociales y excombatientes de la antigua guerrilla de las  Farc.

“Es profundamente preocupante que desde la firma del Acuerdo de Paz, la Misión haya verificado la muerte de 123 excombatientes, además de 10 desapariciones y 17 tentativas de homicidio. Durante el período sobre el que se informa, se produjeron 14 asesinatos de exmiembros de las FARC-EP”, señala el documento y hace referencia a los casos de Dimar Torres en Norte de Santander y de Jorge Enrique Corredor Gonzalez, conocido como Wilson Saavedra, en Valle de Cauca.

Sin embargo, el informe destaca las medidas recientemente anunciadas por el Gobierno con el que se busca articular los esfuerzos institucionales para reforzar la seguridad de los exmiembros de las Farc-EP dentro y fuera de los ETCR. Agrega que la implementación urgente de garantías de seguridad integrales y la intensificación de los esfuerzos para desmantelar los grupos ilegales y las estructuras criminales, que suponen una grave amenaza para las comunidades y la implementación de la paz, son medidas clave para hacer frente a estos problemas.

En cuanto a la situación de líderes sociales y defensores de derechos humanos se menciona que aunque se han puesto en marcha muchas iniciativas y plataformas de consulta sobre políticas de prevención y protección, se siguen cometiendo atentados atroces contra defensores de los derechos humanos.

Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en (ACNUDH) en Colombia, se han verificado 230 asesinatos desde la firma del Acuerdo de Paz, la mayoría en los departamentos de Arauca, Cesar, Nariño y Chocó.

El documento asegura que la protección  de las comunidades afectadas por el conflicto,  los líderes sociales y a los exmiembros de las FARC-EP depende de que se establezca una presencia integral y efectiva del Estado.

“El secretario general (Antonio Guterres) confía en que el Gobierno logrará avances hacia el objetivo más amplio de estabilización previsto en el plan Paz con legalidad y en la Hoja de Ruta para la Estabilización. El inicio de la implementación de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) supone un hito importante”, apunta.

Así mismo, la ONU lamenta que persista la atmósfera de polarización sobre algunos elementos del Acuerdo, argumentando que este ofrece a Colombia una oportunidad única de superar un legado de conflicto profundamente arraigado. Dice que los debates alrededor de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y las reformas constitucionales ilustran esta polarización.

“Exhorto a todas las partes a que velen por que cualquier reforma que se lleve a cabo respete los compromisos contraídos con quienes dejaron las armas de buena fe y sobre la base de las disposiciones del Acuerdo de Paz, principio que el propio Consejo de Seguridad ha recalcado”, señala el secretario General de la ONU.

El informe será presentado por el representante Especial del Secretario General en Colombia, Carlos Ruiz Massieu ante el  Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Nueva York el próximo 19 de julio.