Más allá de la polémica que se volvió a generar por las declaraciones de la alcaldes de Bogotá, Claudia López, quien manifestó que 206 ventiladores entregados por el Gobierno Nacional para la ciudad no funcionan por el software, la preocupación sigue latente en todo el país por la falta de estos aparatos para hacerle frente a la enfermedad.

La ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos en varias regiones del país sigue creciendo, como es el caso de Montería, que llegó al 90 %; Putumayo, Bolívar, Atlántico y Magdalena, que ya superaron el 80 %; y Valle, Norte de Santander, Nariño y Bogotá, con cifras que rondan entre el 72 % y 76 %, con un promedio a nivel nacional del 63 %.

De acuerdo con las cifras entregadas por el Ministerio de Salud, se gestionaron 4658 ventiladores y el gobierno de Estados Unidos donó 200 más. En junio, llegaron 877 de estos equipos, y se esperan 2094 en julio y 977 en agosto. Sin embargo, esto parece estar siendo insuficiente en la medida que avanza el virus en Colombia y más ahora que está muy cerca de llegar al pico de la pandemia.

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También preocupa la falta de personal para atender las UCI. De acuerdo con la Federación Médica Colombiana, hay aproximadamente 1200 médicos intensivistas, lo cual no sería suficiente para atender la emergencia, puesto que se requieren de otros especialistas como enfermeros, fisioterapeutas, microbiólogos y bacteriólogos para tratar los pacientes en estas unidades.

Leonardo Briceño, profesor de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, manifestó que "se debe tener en cuenta la posibilidad de la ampliación de grupos de brotes donde está controlado y el agravamiento de la pandemia en lugares donde no hay cifras de control en cada región del país y no todo en conjunto, pues algunas zonas han superado el promedio nacional en el número de reproducción".

Silvana Zapata, epidemióloga y científica de datos, resaltó que si bien el Ministerio de Salud ha enviado los insumos para atender la emergencia, algunas entidades no han tenido preparación para atender a los pacientes con Covid-19 en el país. Además, resaltó que el seguimiento de contactos con problemas respiratorios, es esencial para evitar que los pacientes se compliquen y se llenen las UCI, al igual que el aislamiento oportuno y el control de las UCI.

“Si bien nos centramos mucho en grandes ciudades, es muy importante seguir el monitoreo de todos los departamentos. Las distancias entre las casas de los pacientes a los centros hospitalarios son extensas, por eso es importante analizar las condiciones existentes para aislarlos tan pronto como sea posible”, recalcó.

Por su parte, Briceño indicó que más allá de los equipos de UCI, se debe ejercer una política de salud pública para los más jóvenes, puesto que son los que más riesgo de contagio tienen actualmente.

“El gobierno ha hecho esfuerzos en términos de inversión en cuidados intensivos, lo cual es muy importante, pero también se requiere poner atención en la salud pública, en cuanto a seguimiento de contagios y cerco epidemiológico. Si se hubiera hecho esto desde el inicio, habrían disminuido significativamente los contagios”, puntualizó el docente.