Debilitado políticamente salió en la noche de este martes el ministro de Defensa, Guillermo Botero, luego de la moción de censura que se realizó en su contra en el Senado de la República, en donde aceptó que en septiembre pasado murieron siete menores de edad tras un operativo contra las disidencias de las Farc en Caquetá.

El momento más álgido del debate de la censura fue la aseveración del senador citante Roy Barreras, quien sostuvo que en un operativo hecho en Caquetá el 2 de septiembre pasado, en donde murieron supuestamente 18 miembros de las disidencias, se identificó que había al menos siete menores de edad, entre ellos una niña de 12 años.

El ministro, al cierre de su defensa, sostuvo que frente a ese hecho se basa en las investigaciones de la Fiscalía, a la vez que reconoció que el operativo sí se dio, que se hizo a la luz del Derecho Internacional Humanitario y que si habían en ese campamento menores de edad son las disidencias las que deben responder.

“Sobre el caso del bombardeo debo decir que las operaciones militares siempre se desarrollan de acuerdo a estándares internacionales al Derecho Internacional Humanitario, cuando esta operación se hace no se conocía la presencia de menores, no se sabía de eso”, dijo Botero.

Acto seguido, manifestó que “se revisó la legislación, los abogados conceptuaron positivamente que el señor Gildardo Cucho era una amenaza para la seguridad nacional y que se podía bombardear el sitio. Esta operación estaba soportada en investigaciones de la Fiscalía, allí estaban ellas pendientes, corresponderá a las autoridades a la luz de las normas la infracción de que es responsable el GAO y sus miembros al usar menores de edad como parte de su estructura de seguridad”.

También manifestó que “en el lugar fueron encontradas doce armas largas tipo fusil, una ametralladora y dos pistolas. Quien infringe el Derecho Internacional Humanitario es el que coloca una persona protegida en un hecho que no debe soportar”, sostuvo Botero, quien previamente había dicho al plenario que no iba a renunciar.

Pero ante esa respuesta de Botero, el senador y expresidente Álvaro Uribe le pidió que fuera más preciso frente a la muerte de los menores de edad, como también sobre la supuesta responsabilidad que le cita al Ejército Nacional en la muerte del joven Flower Trompeta.

Botero nuevamente intervino y volvió a indicar que si hubo menores en ese lugar los responsables son las disidencias, a la vez que defendió la acción de la fuerza pública.

El citante senador Barreras le volvió a controvertir, le manifestó que Botero le ocultó al país esta realidad hasta hoy en el debate, y le señaló que incluso tuvo que buscar los concepto de abogados para que señalaran si era lícito hacer el mismo.

Debilitado

La votación de la moción, que será en una semana, en esta ocasión no sería igual de benéfica para él como pasó en junio pasado cuando se le adelantó la primer moción de censura en la Cámara de Representantes, la cual se hundió y salió airoso.

Pero en esta ocasión, en medio de las intervenciones y señalamientos contra la gestión de Botero se fueron conociendo las posturas de algunos partidos, como el Liberal, que anticipó desde el mediodía que votará la moción de censura en bancada (son 14 votos).

En la noche, el senador de Cambio Radical, Rodrigo Lara, informó que la bancada completa también dirá sí a la moción contra Botero. Este partido suma en total 17 senadores.

Los que también reportaron desde ya la tendencia son los verdes, las Farc, Polo Democrático y los indígenas, que son 25 votos. En total, estos partidos irían en 56 votos, aunque se podrían unir algunos de los conservadores y por lo menos tres del Partido de la U, como lo senadores Roy Barreras, Roosvelt Rodríguez y Armando Benedetti.

Los partidos que acompañarían a Botero entonces serían el Centro Democrático, la mayoría del conservatismo, la mayoría de La U, los dos partidos cristianos (Mira y Colombia Justa Libres), que en total estarían cerca de los 45 votos.