Los servicios de inteligencia de la Policía Metropolitana de Santa Marta señalaron a la organización criminal de ‘Los Pachencas’ como presuntos autores del crimen de Natalia Jiménez y Rodrigo Monsalve, quienes fueron asesinados en el poblado de Buritaca. 

El comandante de la Policía de la ciudad, coronel Gustavo Berdugo Garavito, aseguró que las dos personas fueron halladas en una trocha de la vereda conocida como ‘Pericoaguao’, que hace parte de la zona de influencia de esta organización criminal. 

“Esto es sencillo, por esta zona no se mueve una hoja, no se mueve nada, sin que estos criminales lo sepan, ellos son los que saben quiénes entran y quienes salen de la zona, se camuflan entre la población civil y perpetran sus fechorías”, manifestó el coronel Berdugo. 

El oficial explicó que esto es “apenas un razonamiento lógico de investigación criminal”, aunque fue enfático en afirmar que “ese razonamiento apunta a que este doble crimen pudo haber sido cometido por miembros de ‘Los Pachencas’”. 

La Alcaldía de Santa Marta, en cabeza de Rafael Martínez, ofreció una recompensa de 50 millones de pesos por información que permita dar con los responsables de este atroz crimen.

“Es un hecho vil que rechazamos y que exigimos esclarecer a las autoridades. No encontramos lógica; dos personas que van en una actividad turística aparecen tres días después ultimados, incluso con capuchas en la cara; realmente estamos muy dolidos”, sostuvo Martínez. 

Según precisó el comandante de la Policía Metropolitana, la primera hipótesis del crimen tendría que ver como causa principal con un acto delincuencial.

“Ni la camioneta ni las pertenencias de la pareja aparecen, lo que nos hace pensar que fue un crimen perpetrado por grupos delincuenciales dedicados al robo que operan en esta parte rural de la ciudad. No descartamos otro motivo, por lo que seguimos investigando”, indicó.

De igual manera, aseguró que los cuerpos fueron hallados con capuchas en sus cabezas y con signos de tortura, al igual que atados de manos. “Al parecer fueron asesinados con tiro de gracia”, aseguró Berdugo.

Antes de desaparecer, Jiménez, de 35 años, estaba hablando con su padre cuando unos desconocidos los abordaron y le dicen a ella que cuelgue el teléfono “o sino se muere”. En ese momento la comunicación se corta y no se volvió a saber más de ellos.

La pareja se movilizaba el viernes por la tarde en una camioneta de Santa Marta a Palomino para celebrar su luna de miel.