Cuatro años de intervención de Saludcoop culminaron cuando el Ministerio de Salud y la Superintendencia de Salud anunciaron la liquidación de la entidad. No se pudo sanear financieramente la EPS y por lo tanto todos sus afiliados pasarán a una nueva empresa, Cafesalud, que también hace parte del grupo Saludcoop, pero que cuenta con ciertos beneficios administrativos para el proceso de liquidación.

“La nueva Cafesalud se convertirá en la EPS más grande del país”, anunció el ministro de Salud, Alejandro Gaviria. Tendrá a partir del 1 de diciembre 6,5 millones de afiliados, de los cuales 1,4 millones son del régimen subsidiado. Estará en 1.022 municipios y tendrá 1.300 IPS habilitadas para prestar el servicio.

Hasta aquí el anuncio no preocupa, el traslado de los usuarios se efectuará de manera automática. Lo que inquieta, es que continúen los problemas con la red de atención, sobre todo con los servicios de alta complejidad.

Este hecho, lejos de ser único, es uno más en la cadena de líos del sector. Uno de los problemas recurrentes es que hospitales y otros centros de atención no dan abasto con tantos pacientes solicitando servicios y tampoco tienen como responderles a sus trabajadores, por las deudas no cumplidas por las EPS.

Reproche sector solidario

La Confederación de Cooperativas de Colombia (Confecoop) propuso en meses pasados una alternativa para sanear la crisis de la hoy liquidada SaludCoop, que buscaba integrarla dentro de la red y así evitar que se extinguiera.

Ante la decisión del Gobierno, el gremio denunció que la liquidación constituye un golpe significativo para el movimiento cooperativo, pues desaparece una de las entidades más representativas del sector, luego de cuatro años y medio de intervención.

Además, el gremio señala que se está ignorando que la propiedad de SaludCoop, “como la de todas y cada una de las más de 6.000 cooperativas que hoy existen en Colombia, es una propiedad colectiva que está en cabeza de sus asociados y no de sus administradores, como en forma equivocada, indebida y a veces malintencionada se ha hecho creer”.

Y aún más grave, señalaron que la situación de la entidad empeoró después de la intervención estatal: “cuando se intervino la EPS en mayo de 2011, los estados financieros, con corte a diciembre de 2010, presentados ante las entidades de supervisión y control, reflejaban un patrimonio positivo de $554.000 millones. Durante el período de intervención el patrimonio se tornó negativo en más de 800. 000 millones, es decir, un detrimento superior a $1,3 billones.

Para el gremio del sector solidario resulta preocupante que un proceso de intervención se haya transformado en una intervención fallida y en la destrucción de ese patrimonio colectivo. Por eso Confecoop solicitó al Congreso adelantar acciones de control político a la intervención y hacer seguimiento al proceso de liquidación.

*Resumen de medios