Son muchas las dudas que aún persisten frente al tercer punto del ‘Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera’, el último que resta por resolverse de la agenda pactada entre el Gobierno Nacional y las Farc en La Habana, Cuba. 

Se trata del punto que hace referencia al fin del conflicto y que incluye cese del fuego bilateral y definitivo, concentración de fuerzas, dejación de las armas y reincorporación de los guerrilleros a la vida civil. 

Expertos consultados por Colprensa coinciden en que si bien esta negociación de paz tiene aspectos únicos que lo hacen novedoso frente a otras experiencias internacionales, todavía falta precisar muchos aspectos para concretar el punto que permita firmar el acuerdo de paz. 

La concentración 

El excoronel del Ejército Carlos Alfonso Velásquez, dice que son muchos los detalles que deben acordarse en la mesa para facilitar la concentración de la guerrillera. 

Por ahora se sabe que el Gobierno está pensando entre siete y 10 zonas de concentración. “Estamos negociando dónde serían y cuántas serían y ahí estamos llegando a unos acuerdos, ojalá sea pronto. Nosotros estamos pensando en que sean alrededor de 7 ó 10 (zonas de concentración) y la guerrilla está pensando en un número más alto”, dijo este viernes el presidente Juan Manuel Santos. 

Frente a esa posibilidad, el excoronel Velásquez explica algunas de las características que deben tener estas zonas: “Tienen que estar perfectamente delimitadas geográficamente, con vías de acceso protegidas, con garantía de abastecimiento para quienes allí permanezcan, con alojamiento y servicios públicos, y sobre todo, con protección”. 

El experto sostiene que también debe acordarse cómo será el traslado de los guerrilleros, definir los corredores de desplazamiento, si los subversivos llegan a las zonas de concentración por sus propios medios, en vehículo o a pie, y su protección durante la movilización. 

Otro aspecto por definir es el sistema de monitoreo y verificación nacional e internacional, y si la protección de esas áreas estará a cargo de nuestra Fuerza Pública o de organismos como los Cascos Azules de Naciones Unidad. 

Dejación de las armas 

Sobre este tema, Jhon Marulanda, exmilitar y analista en temas de seguridad nacional, dice que “es la cereza del pastel”. 

“Este proceso es inédito y por tanto requiere de mucha originalidad”, dice el experto, para advertir que todavía no hay nada acordado, comenzando por la discusión semántica. “No se ha aclarado si es dejación de armas, que da un mensaje de negociación, o si es entrega de armas, que transmite un mensaje de derrota militar”, explica. 

Marulanda dice que tampoco está precisado a quién se le entregarán las armas, cuántas, si será en un solo sitio o en cada zona de concentración ni qué se hará con ellas, si se van a fundir para hacer un monumento a la paz o se van a donar a otro país o se van para el fondo del mar, y menos qué organismos oficiarán de garantes y verificadores de este proceso. 

“Toca confiar en lo que digan las Farc y en el balance de armas que entreguen, pero con seguridad no las van a entregar todas y van a conservar algunas bien guardadas que volverán a utilizar en el futuro si consideran que el Gobierno incumple lo acuerdos, se lo garantizo. También van a mantener la capacidad de producir armas artesanales como tatucos y cilindros bomba”, agrega el analista. 

Justicia transicional 

Este tema ya fue negociado por las partes y está incluido en el acuerdo sobre reparación a las víctimas, que incluye cinco mecanismos, entre ellos la Jurisdicción Especial para la Paz, que incorporará elementos novedosos como el Tribunal Especial, que se encargará de juzgar a guerrilleros, militares y policías y civiles por delitos relacionados con el conflicto armado. 

El punto de los magistrados que integrarán este Tribunal Especial tampoco ha sido acordado, ni aspectos como vigencia de este órgano de juzgamiento, número de jueces, calidades o alcance de sus funciones. 

Al respecto, este viernes el presidente Juan Manuel Santos afirmó: “Estamos buscando algún tercero que tenga la legitimidad, que tenga la credibilidad suficiente para poder escoger, nominar a esos magistrados. Tenemos que ponernos de acuerdo en esos terceros, que tengan la suficiente credibilidad y legitimidad y sean quienes escojan a esos magistrados, personalidades o instituciones internacionales, como el Papa o Naciones Unidas, algo por el estilo que tenga toda la credibilidad y legitimidad”. 

“La creación de este Tribunal Especial es otra novedad del proceso de paz. Se supone que sus integrantes deben ser verdaderos líderes, con hoja de vida personal y profesional intachable, con las más altas calidades jurídicas y de mucha respetabilidad”, sostiene Javier Torres Velasco, experto en conflictos armados. 

El catedrático recuerda que este tipo de Tribunales han operado en todos los conflictos internacionales y no internacionales, desde Nuremberg hasta La Habana, pero este tiene una novedad: “sus integrantes los definirán terceros, no el Gobierno ni las Farc”. 

Para ello, señala, el apoyo de la comunidad internacional será determinante para escoger a los juristas. No obstante, el analista Marulanda dice que el respaldo internacional debe ser “amplio, porque si queda solo en el acompañamiento del Alba o Unasur, solo sería un apoyo simbólico y polémico”. 

La normatividad 

Por otra parte, aún están por verse las facultades de los magistrados que integren el Tribunal Especial de Paz, pues al decir del experto en Derecho Internacional Humanitario (DIH) Rafael Nieto Loaiza, es un aspecto determinante. 

“Ellos tendrán que definir si aplican los tipos penales establecidos en el Estatuto de Roma, que creó la Corte Penal Internacional, o la normatividad penal interna, o ambas. Incluso, ellos podrían hasta crear distintos tipos penales para ajustarlos a los preceptos del proceso, pero todo está por verse”. 

Nieto Loaiza dice que “lo ideal sería que los magistrados sean expertos y tengan experiencia en la aplicación del DIH, pero cono profundos conocimientos de Derechos Humanos y del Derecho Internacional”. 

También aclara que la firma del acuerdo de paz no altera el estatus jurídico de las Farc, es decir, no tendrán beligerancia. 

Experiencias internacionales 

Algunos aspectos que hacen del caso colombiano un proceso novedoso, según un documento de la Presidencia de la República, son los siguientes: 

- En Colombia las víctimas son el centro del proceso, para ellas habrá verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. 

- Cumple con estándares internacionales, en especial los establecidos por la Corte Penal Internacional. 

- Aunque ha sido uno de los conflictos armados más largos de la historia, las negociaciones de paz han sido rápidas en comparación con las de otros países. 

- Ofrece amnistías o indultos solo para delitos políticos, en otros procesos de paz se han ofrecido amnistías e indultos generales incluidos delitos atroces como genocidios, crímenes de guerra o de lesa humanidad. 

- Los responsables de delitos atroces, además de decir la verdad y contribuir con la reparación a las víctimas, serán investigados, juzgados y condenados por una jurisdicción especial y tendrán restricción efectiva de la libertad de 5 a 8 años. En otros procesos de paz, solo con decir la verdad y contribuir con la reparación, quedaron libres. 

- Como ha ocurrido en todos los procesos de paz que involucran hostilidades, las Farc deberán desmovilizarse como organización armada y entregar las armas. Esto es un requisito para poder acceder a la jurisdicción especial. 

- El proceso cuenta con pleno apoyo de la comunidad internacional y de la Iglesia Católica en cabeza del Papa. 

Mensajes específicos 

- Mientras en los acuerdos de paz de Irlanda del Norte, el Congo, Sudáfrica, Nicaragua hubo una amnistía general, en Colombia los responsables de delitos atroces serán castigados. No habrá impunidad. 

- En El Salvador (1992), Irlanda del Norte (1998), Burundi (2008), Sierra Leona (1999), El Congo (2009), Nicaragua (1994), Ruanda (1994) y Timor Oriental (1999) la verdad y la reparación a las víctimas no fueron puntos esenciales del proceso, en Colombia el centro de la negociación han sido las víctimas. 

- El proceso de paz del Congo duró 20 años, los de Irlanda del Norte y Burundi 10, los de El Salvador y Nicaragua 8, y el de Sudáfrica 5, en Colombia se firmará la paz antes de cumplir los 4 años de negociaciones. 

- Colombia aprendió de otros procesos de paz, como el Sudáfrica, que la cárcel no es la única forma de hacer justicia. La verdad y la reparación son también formas de conseguirla. Colombia combinará los 3 elementos: verdad, justicia y reparación. No habrá impunidad. 

- El Tribunal Especial para la Paz será creado por el Congreso de la República Colombia, hará parte del sistema de justicia del país y se nutrirá de las investigaciones de la Fiscalía. 

*Bogotá, Colprensa