Los accidentes de tránsito en los que se ven implicadas motocicletas siguen dejando víctimas mortales y heridos en la ciudad. Cuatro personas murieron y otras dos salieron heridas en medio de percances viales que ocurrieron en Olaya Herrera, Turbaco, La Boquilla y en la vía a Mamonal.

Todas las víctimas iban a bordo de motos y una de ellas perdió su nariz.

Uno de los occisos es  Jorge Luis Sierra Lance, quien  iba en una moto por la vía a Mamonal, frente a Puerta de Hierro. Una versión deja ver que el hombre, de 50 años, iba en sentido hacia Cartagena y que de repente una buseta de Pasacaballos que iba adelante se detuvo a recoger un pasajero. 

Testigos dijeron que Jorge se pasó al carril contrario para sobrepasarlo, pero no advirtió que atrás, por ese carril izquierdo, iba una tractomula. 

Dicen que esta golpeó con el costado derecho delantero al motociclista, quien fue a parar al piso. 

“Las llantas de la tractomula pasaron sobre la moto y sobre el conductor de esta, aún tengo la imagen en mi cabeza”, relató un residente del sector que presenció lo ocurrido. El motociclista murió en el acto.

Otra versión deja ver que el conductor de la tractomula iba con exceso de velocidad, pero hasta ahora no hay nada cierto y serán las autoridades las que aclaren lo ocurrido. 

Instantes después del suceso, parientes de la víctima llegaron al lugar y se vivieron escenas conmovedoras. 

Jorge vivía en la urbanización La India y era padre de cuatro hijos. El último de ellos, según se conoció, nació en el momento en el que su padre encontraba la muerte.

De otro lado, está la muerte de los primos Hernán José López Marrugo y Víctor Centeno López, de 40 y 35 años. No se sabe por qué terminaron chocando en su moto contra un camión. 

Hernán murió en el acto, mientras que Víctor fue llevado a un centro asistencial cercano, pero llegó muerto.

De Hernán se conoció que hace 6 años llegó a Colombia procedente de Venezuela y desde hace tres meses se fue a trabajar a Bucaramanga. El domingo llegó a Turbaco, a la casa de familiares. Vino a pasar la Semana Santa. 

Víctor era vigilante y fisicoculturista. Tenía 35 años.