La muerte del sincelejano Julián Álvarez Paternina en el departamento de Antioquia es todo un misterio. Así lo expresan familiares y amigos del joven de 27 años de edad, quienes en medio de un gran desconsuelo lloran a su ser querido y piden justicia.

De acuerdo con lo conocido, el cadáver de Álvarez Paternina no presenta signos de tortura ni violencia física y las declaraciones de quienes asistieron con él a la fiesta en donde estuvo la noche que desapareció, son inconsistentes.

Igualmente, las autoridades guardan hermetismo en este caso para no entorpecer las investigaciones emprendidas con la meta de esclarecer los hechos y establecer quienes son los culpables, si los hay, de la muerte del sincelejano.

Entre tanto, los restos de Álvarez Paternina serán sepultados en el municipio de Pueblo Nuevo (Córdoba) y no en la ciudad de Sincelejo, como se esperaba, pues así lo dispuso y logró logísticamente la familia del joven profesional.

Los allegados a Julián habían emprendido una campaña de búsqueda a través de las redes sociales siempre con la esperanza de encontrar con vida al sucreño, quien cursó su carrera de Administrador de Turismo e Ingles en Cartagena.

La última vez que fue visto con vida el muchacho, radicado desde el año pasado en Medellín, fue el primero de febrero en una finca del municipio de Barbosa (Antioquia) durante la celebración de una fiesta.

Vea También: En 2021 habría nuevo examen para solicitar la licencia de conducción

Julián asistió al cumpleaños de un conocido y cuando eran las 9:00 de la noche, después de la cena, empezó a sentirse mal del estomago y hasta vomitó varias veces, de acuerdo con lo conocido.

Fue al único de los asistentes a quien le cayó mal la carne servida esa noche, por lo que pidió pastillas para el dolor. Luego a las 3:00 de la madrugada aproximadamente hizo una llamada al amigo con quien compartía apartamento.

Álvarez Paternina le dijo de manera dramática que personas en un carro y una motocicleta lo estaban persiguiendo para matarlo, pues había presenciado el asesinato de dos personas, de acuerdo con lo informado por un allegado al hoy occiso.

De un momento a otro Julián, quien se habría escondido en una casa, pidió que no le timbraran, pues estaban cerca y venían por él, y en ese momento se perdió toda comunicación, su celular al parecer fue apagado o se quedó sin señal.

La Policía esa misma madrugada tras la alerta enviada por los seres queridos del joven, hizo presencia en la finca, pero encontró todo aparentemente normal y se marchó. En la mañana del viernes 7 de febrero fue hallado su cuerpo sin vida en el río Medellín.