En la madrugada de este viernes hombres armados volvieron a intimidar a la comunidad de Tacueyó, corregimiento de Toribío, norte del Cauca, donde el pasado martes masacraron a cinco guardias indígenas y dejaron a seis más heridos.

Precisamente en la zona donde ocurrieron los hechos, vereda La Luz, quedó una camioneta blindada con al menos 25 impactos de bala, que pertenecía a la Unidad Nacional de Protección y estaba al servicio del líder indígena Crescencio Peché. 

El automotor había sido atravesado en la vía para impedir la fuga de hombres armados, quienes minutos antes raptaron a una pareja de comuneros. 

Tras la masacre, la camioneta se quedó inamovible en el lugar de los hechos y esta madrugada hombres fuertemente armados la quemaron para destruir evidencias.

"En horas de la madrugada un grupo armado no identificado que se movilizaba entre la vereda Rionegro – La Luz, en dos vehículos: Uno tipo camioneta y el otro un camión. Destruyeron con artefactos explosivos uno de los vehículos que hacían parte de la evidencia del atentado del pasado 29 Octubre en el resguardo de Tacueyó, en el que asesinaron a 4 guardias y a la neehwex Cristina Bautista", alertó la Cric a través de un comunicado. 

La información fue validada por el senador indígena Feliciano Valencia, quien afirmó que "estas son medidas que ellos (los grupos armados) utilizan para intimidar a la comunidad". 

"En muchas ocasiones le muestran las armas a las personas y las insultan como una medida de intimidación", dice el Senador. 

Agregó que dichas acciones no van a diezmar la participación para este viernes de miles de indígenas que participarán en el entierro de las víctimas de la masacre.

Testimonio de una de las sobrevivientes: