Fredy Armando Valencia Vargas, conocido como 'El Monstruo de Monserrate', llegó este jueves al cerro La Paz, lugar donde no solo vivía sino que además asesinaba y sepultaba a sus víctimas entre escombros y basura.

El cambuche de Valencia está ubicado a unos 100 metros de la avenida circunvalar, a la altura de la calle 21, unos pasos al norte del semáforo ubicado abajo de la estación del telesférico y las faldas del cerro de Monserrate.

En el cerro La Paz viven distribuidos en cambuches algunos otros habitantes de calle, sin embargo Valencia Vargas asegura que el terreno donde residía es de su propiedad. En el lugar hay una gran cantidad de desechos, restos de ropa y envases de pegante (boxer), estos elementos eran los usados por él para ocultar a sus víctimas luego de ahorcarlas, envolverlas en cobijas y bolsas para la basura.

La cantidad de desechos con la que este hombre ocultaba los cuerpos era tal, que la Policía asegura que hasta el momento se han sacado tres volquetas llenas de deshechos. Eso sin contar los otros restos de basura que hay esparcidos por la zona, donde aún no han terminado las investigaciones y se espera que puedan culminar con la colaboración del sindicado.

Si bien Valencia asegura que solo se acuerda de siete crímenes (los oficialmente confesados), se asegura que el sujeto señaló un cuerpo más, el cual estaba oculto debajo de un tapete, con el que ya serían nueve las personas víctimas del 'Monstruo de Monserrate'.

El confeso asesino aseguró que trataba a sus víctimas "como princesas", les brindaba licor, drogas, comida y hospedaje, sin embargo cuando las mujeres "no le cumplían" (no accedían a sus favores sexuales), las asfixiaba hasta la muerte. Antes de llegar a su vivienda, él las buscaba en la zona conocida como la ‘Calle del Bronx’ y las convencía de subir hasta el lugar.

El objetivo del asesino era satisfacer sus necesidades sexuales, así que cuando las mujeres se negaban a satisfacerlo, las asesinaba para luego acceder violentamente a los cuerpos. De esta forma el monstruo cobró su primera víctima hace cuatro años y continuó con la misma forma de operar hasta ser descubierto.

Los rastros de los crímenes y su descubrimiento

Si bien los cuerpos estaban ocultos cerca a un lugar bastante concurrido, fue por una mujer, también habitante de calle, quien vio el cambuche de Valencia vacío y decidió ocuparlo con su esposo, hijo y mascota. Luego de esto el asesino les cobraba 10 mil pesos por quedarse en la zona. El perro de esta familia de recicladores fue el que escarbando encontró los restos. El olor fétido alertó a la familia, quien avisó la anomalía a una patrulla de la Policía el pasado sábado.

Cuando las autoridades policiales llegaron a la zona boscosa de la avenida Circunvalar con calle 21 en Bogotá, e iniciaron la inspección técnica del cadáver, encontraron un costal que emanaba mal olor, en el que se encontraron restos humanos envueltos en varias lonas, y que presentaban un estado avanzado de descomposición.

Al realizar entrevistas a los habitantes del sector, le manifestaron a las autoridades que en las cercanías vivía en un cambuche Fredy Armando Valencia, y esa persona le había manifestado a la comunidad que en los alrededores de su lugar improvisado de residencia, había enterrado varias mujeres que había asesinado, por no acceder a sus pretensiones sexuales.

Tras escuchar a los habitantes de la zona, y realizar la inspección de los restos, la Policía se dispuso a conducir a Valencia Vargas, de 33 años a la UPJ, hecho que le causó gran exaltación, a tal grado de agredir a los uniformados encargados de su captura.

Al realizar los allanamientos al sitio de vivienda del ahora conocido como 'Monstruo de Monserrate', las autoridades encontraron una maleta con diferentes prendas de vestir femeninas, bolsas, basura y accesorios de mujeres. Material que fue incautado para ser usado en la investigación.

La Fiscalía llevó a Valencia ante el juez 52 de Garantías, y le imputó el delito de homicidio agravado. Sin embargo el ente acusador estudiaría realizar otra audiencia de imputación para que responda por los resultados que arrojen las investigaciones, pues a Valencia solo se le responsabilizó por uno de los homicidios. Y hasta el día de hoy las autoridades ya encontraron ocho víctimas más.

Características de 'El Monstruo de Monserrate'

Fredy Armando Valencia aseguró que cursó cuatro semestres en la Universidad Inca, luego por su adicción a las drogas abandonó sus estudios para convertirse en habitante de la calle a causa de la muerte de su mamá a sus 19 años y el engaño de una mujer. El padre del asesino aseguró que desde temprana edad veía comportamientos violentos en su hijo.

"Las víctimas, según sus confesiones, fueron mujeres entre los 18 y 22 años, habitantes de calle o recicladoras, a quienes seducía para llevarlas hasta su ‘casa’, un cambuche ubicado en las faldas de los cerros Orientales de Bogotá. Una vez allí, las violaba y las asesinaba mediante asfixia mecánica. Procedimiento que realizó en al menos siete oportunidades”, explicó el profesor de la Universidad del Rosario, Esteban Cruz.

Así pues, se argumenta que este tipo de conducta repetitiva representa un patrón y una codificación de las personas. Al igual que otros asesinos como Luisa Alfredo Garavito, Valencia no ve a sus víctimas como personas sino como objetos de placer, lo que facilita su actuación.

Según Cruz, otra característica relevante es la misoginia que rodea sus crímenes, su odio hacía las mujeres. Al ser presentado frente a las autoridades, Valencia declaró: "yo tenía 19 años cuando se murió mi mamá y una mujer me engañó, todo llegó al mismo tiempo y por eso yo me desilusioné y cogí la droga y la calle”, argumento que no justifica sus actos, pero que permite entrever sus motivaciones, explicó el experto.

La investigación

Unidades de criminalística de la Policía Metropolitana de Bogotá informaron que ya son nueve los cuerpos sin vida que han sido encontrados en el Cerro La Paz. Tan solo este miércoles fueron encontrados los restos de cuatro personas que serían víctimas de Fredy Armando Valencia Vargas, y quien en este miércoles reconoció haber asesinado a siete de estas personas. Sin embargo hay clara evidencia, por señalamientos del implicado, que hay más cuerpos ocultos en la zona, uno encontrado debajo de un tapete.

Por otro lado, los cuerpos ya fueron enviados a Medicina Legal, donde los antropólogos forenses aseguraron que se trata de mujeres entre los 18 y 22 años. Ahora se espera que esta entidad de con las identidades de los restos.

Según la investigación de la Policía, las características de las víctimas apuntan a que todas las mujeres eran recicladoras, presuntamente consumidoras de estupefacientes y varias de ellas habrían sido habitantes de calle.

Bogotá | Colprensa