Se fue a México a buscar un mejor futuro y el martes amaneció muerta, semidesnuda y con signos de violencia, por lo que las autoridades presumen que se trató de un feminicidio.

Fue la empleada doméstica quien encontró sin vida a Laura Cristina Ovalle Quintero, de 31 años, en un apartamento del complejo Grand Tower, en la colonia Ampliación Granada, de la Alcaldía Miguel Hidalgo.

Según medios locales, paramédicos de la Cruz Roja mexicana indicaron que la tolimense falleció por un trauma craneoencefálico severo, información que entregó la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

Hablamos con la mamá de Laura Cristina Ovalle, la colombiana asesinada en la #CDMX, sobre la última llamada que tuvo con su hija y que podría ser pieza clave. @PGJDF_CDMX informó que murió de un disparo en la cabeza y ya tienen videos del presunto responsable pic.twitter.com/7hVlfAAzE2

— Ciro Gómez Leyva (@CiroGomezL) 22 de agosto de 2019

En un principio, la foto del pasaporte de la tolimense fue publicada en diferentes medios de comunicación y redes sociales con el fin de que la familia se enterara de la tragedia. Hacia las 4 p.m. de ese día sus seres queridos conocieron la fatal noticia.

De acuerdo con la Fanpage Entuxsentidos, la ibaguereña presuntamente trabajaba como escort en México (dama de compañía), y llevaba a sus clientes al apartamento donde fue asesinada.

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 A través de una videollamada, Imagen Noticias habló con Liliana Quintero, madre de la víctima, quien hizo un llamado a las autoridades mexicanas: “por favor, que me ayuden con el caso de mi hija, que el caso no quede impune, que den con la persona que hizo esto”, señaló Quintero.

Al parecer, la progenitora de Laura se comunicó con ella la noche anterior de los hechos, por lo que solicitó a la Procuraduría de México que analice las últimas llamadas que la mujer hizo y que verifique las cámaras de seguridad.

Al interior de la vivienda, las autoridades encontraron material probatorio como manchas de sangre en el comedor y otras zonas del apartamento, y huellas de los zapatos de quien sería su victimario.

Últimas horas

El Diario Contraréplica señaló que la colombiana vivía sola y trabajaba allí mismo, pues temía que la Policía la detuviera o le pasara algo.

El lunes, Ovalle Quintero hizo sus actividades diarias y en la tarde recibió a tres clientes en su apartamento 203 de la Torre B.

A eso de las 10 de la noche habló con el dueño del lugar donde vivía para pedirle tiempo para el pago de la renta, pero el martes la mujer que le ayudaba con el aseo del hogar la encontró con un golpe en la cabeza.

Los parientes de Laura Cristina pidieron a la Cancillería ayuda para viajar y poder repatriar el cuerpo.