Francisco Roberto Barbosa, recién elegido como el nuevo fiscal general, estuvo en una visita protocolaria en la mañana de este viernes en la que será su oficina por los próximos cuatro años.

Allí se reunió con Fabio Espitia, quien estaba en calidad de interino tras la renuncia de Néstor Humberto Martínez, en mayo del año pasado.

“Conversamos sobre el plan de empalme que vamos a tener y que se inicia el próximo lunes. Estaré al frente de la entidad una vez se surtan unos trámites normales que existen para la posesión”, dijo el designado jefe del ente acusador quien añadió que fue “una reunión grata y amable”.

Reveló que ya hay un equipo que se encargó de las primeras de cambio en el relevo de la dirección de la entidad.

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Insistió en que este es un enorme reto porque le apunta a un “reposicionamiento de una entidad que es trascendental para el destino de los colombianos. (...) quiero demostrarle al país, porque este es el segundo cargo y la segunda institución más importante de esta Nación”.

Entre sus planes está el de conversar con los alcaldes de las ciudades más importantes para establecer una relación conjunta de cara a fortalecer las Unidades de Reacción Inmediata para que los cuerpos de investigación estén focalizados”, indicó.

“Hay una macrocriminalidad que va a ser perseguida. Si algo deben temer los corruptos es la llegada de un fiscal general como yo (...) seré un fiscal de los territorios”, añadió Barbosa en su primera rueda de prensa desde el búnker.