La familia de Jorge Enrique y Alejandro Pizano, quienes fallecieron el jueves y domingo pasado, respectivamente, piden respeto de la opinión pública y asegura que no dará declaraciones sobre temas judiciales, pues atraviesan por una “situación dolorosa”.

En un comunicado, firmado por la esposa, Inés Elvira Ponce de León, y sus hijas Juanita y María Carolina, aseguran que no hablarán de temas judiciales, toda vez que Jorge Enrique “entregó los documentos a las entidades correspondientes y nosotros, su familia, no tenemos absolutamente nada más que aportar”.

Además, las tres mujeres de la familia destacan que esperan los resultados de las investigaciones que se realizan para determinar la muerte del excontroller de la Ruta del Sol, y su hijo, a cargo de Medicina Legal y la Fiscalía.

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Asimismo, piden respeto y solicitan que su situación familiar no sea empleada en ámbitos “como la política”.

“Reconociendo lo que Jorge Enrique hizo y manifestó en vida, el hecho de que su conocimiento haya sido recibido únicamente por autoridades y personas competentes, y no por parte de figuras públicas de índole meramente político tiene que ser reconocido como la completa verdad, la cual debe ser respetada por el bien de nuestra familia”, agregan en el comunicado enviado a varios periodistas del país.

De igual manera, agradecen los mensajes y palabras de aliento que diversos sectores les han enviado. “Agradecemos los mensajes positivos y las palabras de aliento que varias personas nos han hecho llegar”.

Aquí hay que recordar que Jorge Enrique falleció la semana pasada, pero las muertes que tomaron de su cadáver están siendo analizadas para determinar las causas reales de su deceso pues su hijo, Alejandro, falleció a causa de envenenamiento con cianuro, tras encontrar una botella de agua saborizada en el estudio de su padre.