El viaje de Enrique Santos a Cuba fue recibido entre críticas y apoyos, de quienes consideraron que el hermano del presidente eclipsó la labor de los negociadores oficiales, y quienes por el contrario, calificaron su mediación como símbolo de confianza para el Gobierno y las Farc.

Esto en momentos en que Juan Manuel Santos busca acelerar los diálogos para que la firma coincida con las iniciativas legislativas que avanzan en el Congreso con las mayorías a su favor. Mientras tanto la mesa no tambalea, pero tampoco acaba de soltar el nudo neurálgico de las precisiones de la justicia transicional.

El nombre del hermano del presidente no es nuevo en la negociación. De hecho, en septiembre del 2010, cuando apenas iniciaba su primer mandato, fue el propio jefe de Estado quien le pidió integrar el equipo negociador del Gobierno.

Una petición que tuvo eco en la guerrilla, pues Enrique Santos conocía a sus jefes y sabía de su interés de sentarse a negociar, pero con la advertencia de que no lo hacían por estar debilitada militarmente.

Fue entonces cuando Enrique Santos empezó a reunirse con el que sería el primer equipo del Gobierno: Sergio Jaramillo, Frank Pearl, Lucía Jaramillo, Jaime Avendaño y Alejandro Éder.

Su gestión llegó hasta la firma del Acuerdo General de La Habana, el 26 de agosto del 2012, fecha en la que inició la fase pública del proceso y el hermano del presidente decidió que era el momento de abandonar el equipo negociador.

No obstante ha sido un acompañante tras bambalinas, aportando mediación política durante las trabas del proceso y según él “evitando figuraciones innecesarias”.

¿Desplazó a De la Calle?

Camilo Gómez, excomisionado de paz del gobierno de Andrés Pastrana, dice que es necesario aclarar en qué condición viaja Enrique Santos a La Habana.

“Nadie sabe si viaja a destrabar un problema muy grande que hay, en calidad de negociador del gobierno, si reemplazará a de la Calle, o a Jaramillo”.

Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, considera que no se está afectando la labor  de Humberto de la Calle, puesto que el hermano del presidente actúa como un emisario, no como un plenipotenciario.

En ese punto Clara López, presidenta del Polo y miembro de la Comisión Asesora de Paz, quien propuso al inicio de los diálogos que debía existir la figura del mediador, asegura que en este punto del proceso ya no es necesaria.

El exasesor de paz Lázaro Viveros sobre el papel de Enrique Santos consideró que “no se puede olvidar que fue él quien inició este proceso hace varios años, y gracias a su gestión, se logró abrir esa posibilidad de ponerle fin al conflicto armado”.

Farc invitan a los alcaldes

“Nuestro propósito al saludar esta Cumbre de Ciudades Capitales (…) es el de compartir con ustedes estas reflexiones, agradecerles los esfuerzos que tanto los alcaldes salientes como los que iniciarán funciones el próximo año han realizado para apoyar el proceso de paz, al tiempo que invitar a la Asociación de Alcaldes de Ciudades Capitales a La Habana, para hablar e intercambiar sobre paz y reconciliación”, dice una carta de ‘Timochenko’.

Señaló que el afán de la firma del acuerdo final “no debe alejarnos de la obligación de pensar cómo tramitaremos los acuerdos, quiénes serán los sujetos sociales de ese nuevo escenario y cuál su rol en la construcción de la paz; qué deben hacer los gobiernos locales, el gobierno nacional y la sociedad en su conjunto para hacer realidad la paz que surja del fin del conflicto armado; y cómo avanzar, desde las opiniones diferentes, en el objetivo común de hacer de la paz una realidad en las principales ciudades del país”.

Y agregó las “Farc estamos abiertas al diálogo y no solo con el Gobierno Nacional, también con los gobernantes locales, con las distintas ramas del poder público, con la diversidad de la sociedad colombiana. Así entendemos la democracia, y solo así construiremos paz”.

*Colprensa