El presidente Juan Manuel Santos posesionó este jueves al nuevo ministro de Justicia, Enrique Gil Botero, a quien le expresó los tres retos que debe cumplir. Estos consisten en la lucha contra la corrupción, eliminar acciones electorales en las altas Cortes y, por supuesto, la aprobación y entrada en vigencia de la Jurisdicción Especial para la paz.

Sobre este último reto, mencionó que se ha reunido con las Fuerzas Militares, y contrario a las críticas que han surgido por parte de los Generales en retiro, dijo que ellos quieren que esta Jurisdicción entre en vigencia.

También mencionó su trámite en el Congreso, recordando que es muy importante su aprobación para lograr el objetivo de la paz, pero no hizo referencia directa  al ausentismo y a las trabas que se pusieron en la primera sesión del último debate de la iniciativa.

“Esta semana me reuní con la cúpula de las Fuerzas Armadas y todos los Generales me manifestaron su absoluto respaldo a este Sistema de Justicia Especial, que debe terminar su trámite legislativo en el Congreso la próxima semana, y expresaron además la urgencia de que entre pronto en vigencia”, dijo.

El segundo reto tiene que ver con lograr una concertación con las altas Cortes para que se eliminen las acciones electorales a la hora de escoger sus funcionarios, logrando así, dijo el Presidente, que  los jueces se dediquen únicamente a impartir justicia.  

“Creemos que la naturaleza de jueces y magistrados es ésta y no la de tener labores ajenas a su esencia, como son, por ejemplo, las funciones electorales. Cuánto tiempo se ha perdido en el ejercicio de estas responsabilidades extrañas a la función judicial, que incluso llevan al riesgo de politizarla”, agregó el jefe de Estado.

Y continuó: “Basta ver las dificultades y demoras que se presentan cada vez que hay que elegir un funcionario, como sucede actualmente por ejemplo con las ternas que debe presentar la Corte Suprema al Senado para llenar las vacantes de magistrados en la Corte Constitucional”.

Finalmente, el tercer reto tiene que ver con la lucha contra la corrupción donde reiteró su mensaje a las autoridades y a los medios de comunicación para que sean responsables a la hora de poner a alguien en la picota pública.

“Lo que sí no sirve a la lucha contra la corrupción es que se convierta en una especie de frenesí acusatorio, una competencia de quién acusa más a quién, que estimula el sensacionalismo en los medios de comunicación, y acaba generando cacerías de brujas y piñatas de señalamientos indiscriminados”, dijo.

Santos aseguró que los medios han sido muy valientes en la denuncia de la corrupción, “pero a la vez deben ser especialmente cuidadosos y en extremo responsables a la hora de poner a alguien en la picota pública porque el daño al buen nombre de un inocente es casi siempre irreparable. Cuando se trata de la honra de las personas y la credibilidad de las Instituciones, sí que cabe esa máxima de que 'es más grave condenar a un inocente que dejar libre a un culpable'”, afirmó el primer mandatario.