El Amazonas está llegando a su punto de no retorno, podría transformarse en una sabana perjudicando a la región y al mundo entero, acelerando el cambio climático con consecuencias nefastas para las próximas generaciones.

Desde hace ocho años, Saving the Amazon viene trabajando para ayudar a evitar esta urgente situación del Amazonas y a la de sus pobladores, para reforestar de manera rápida la pérdida del 40% de sus selvas. La forma para hacerlo es convocando a todos los colombianos a unirse a la causa y donar un árbol para salvar el pulmón del mundo.

Al hacerlo, también se estará apoyando el proyecto ‘Sembrando con las Mujeres’ el cual está pensado a largo plazo, y es una extensión de la siembra de árboles para la reforestación.

Se busca que Fucamuva, fundación donde participan 35 mujeres, que en su mayoría son cabeza de hogar, tengan un ingreso adicional por la elaboración de las pulseras tejidas, aparte de hacerse cargo del cuidado de los árboles sembrados.

Daniel Gutiérrez director de la fundación y ganador del premio Cemex-Tec, habló con Colprensa sobre la urgencia que existe por salvar el Amazonas y esta nueva iniciativa.

Todo por el Amazonas

-¿Cómo nació esta iniciativa?

Nacimos como el proyecto de responsabilidad social de una empresa de tecnología llamada Servinformación, con la idea de integrar la tecnología de geolocalización al servicio de la lucha contra la crisis climática; y de ahí salió nuestro modelo de trabajo. Después fue que nos independizamos como ONG y empezamos a transitar nuestro propio camino.

-*¿Cómo han sido estos ocho años de trabajo en pro del Amazonas?

Han sido ocho años llenos de retos e ilusiones. Realmente muy satisfactorio. Creo que el mayor reto y del que nos sentimos más orgullosos es de habernos ganado la confianza de las comunidades; que crean en nosotros porque saben que ante nada estamos abogando por su bienestar. Han sido años duros también porque la situación no parecería estar mejorando.

-¿Conocemos o somos conscientes de la verdadera situación que ocurre en el Amazonas?

No lo somos. No hay suficiente información. Es imperativo que el gobierno de datos a tiempo real sobre qué está pasando en estas tierras y que nosotros como colombianos entendamos del importantísimo papel que tienen las comunidades indígenas en proteger este bosque.

-¿Sabemos lo que nos puede ocurrir si seguimos perdiendo el Amazonas?

El Amazonas es el repositorio de carbono terrestre más grande que tiene el planeta. Es indispensable para la lucha contra el cambio climático. Hemos perdido el 17% del Amazonas y si llegamos al 20% estaríamos en un punto de no retorno, donde el Amazonas se convertirá en una sabana.

Si perdemos el Amazonas la lucha contra el cambio climático se haría prácticamente imposible, perderíamos la diversidad cultural de más de 350 grupos indígenas que han habitado ancestralmente estas tierras y todos los servicios ecosistémicos que ofrece el Amazonas también se perdería; solo por citar un ejemplo: Las lluvias de todo el continente americano perderían sus ciclos, por lo que la agricultura dejaría de ser lo que es.

-¿Quiénes son los principales enemigos que están acabando la selva amazónica?

Es una difícil pregunta, pues dependiendo del país y del sector los “drivers” son muy distintos. En Colombia me atrevería a decir que el principal enemigo es la falta de institucionalidad, que hace que estos territorios sean tierra de nadie y por lo tanto presas fáciles de acaparadores de tierras y de economías ilegales que perpetúan los ciclos de pobreza que permiten la deforestación.

-¿Cómo ha sido la recepción de esta iniciativa?

Ha sido excelente. Nos han apoyado de todos los continentes y cada año estamos creciendo más y más. Estamos seguros de que nuestro camino va a ser tremendamente importante y que haremos un inmenso impacto en el Amazonas y en poner la mirada del mundo en este ecosistema.

-Junto al Amazonas está ‘Sembrando con las mujeres’… ¿cuéntenos de esta iniciativa?

Es una alianza que tenemos con la Fundación Casa de la Mujer de Vaupés; un grupo de mujeres artesanas de Vaupés, donde ellas hacen unas manillas y nosotros se las compramos para poner en “combo” con la siembra del árbol.

Es tremendamente importante para nosotros porque nos permite ampliar nuestro alcance y llegarle cada vez a más personas, especialmente pensando en el empoderamiento de las mujeres en estos territorios donde todavía hay un largo camino que recorrer.

-¿Cuál ha sido el papel de los gobiernos de los países que cuentan acceso al Amazonas?

Depende del gobernante de turno realmente. Actualmente sabemos que en el poder en Brasil está básicamente un negacionista del cambio climático que tiene como enemigos a las ONG´s y que no busca el bienestar de las comunidades, actualmente el gobierno de Iván Duque también consideramos que no está mostrando los mejores resultados, pues la deforestación en el Amazonas está disparada.

El papel que deben tener los gobiernos es el más importante, el problema es que las zonas amazónicas siempre son los territorios donde existe la mayor pobreza multidimensional, por lo que no son tan importantes para los gobiernos porque no activan su economía. Hay que cambiar ese chip.

-¿Cómo ha sido el trabajo con las comunidades indígenas que habitan estas zonas?

Absolutamente maravilloso. Siempre hay retos y uno no puede decir que todo es color de rosa, pues hay muchas barreras culturales y en términos de oportunidades que debemos trascender, pero completamente satisfactorio. Estamos activando distintas economías y dándole oportunidades de trabajo a estas comunidades con lo que más les gusta hacer: cuidar de sus territorios.