Aureliano Carbonell, negociador del Eln en los diálogos con el Gobierno colombiano en Quito, reafirmó este martes, tras el ataque atribuido a esa guerrilla que dejó cinco militares muertos, que el alto el fuego unilateral del grupo por las elecciones legislativas en Colombia solo será del 9 al 13 de marzo.

"El anuncio está hecho. Es un mensaje con el fin de no interferir en la jornada electoral del 11. Ahora...Antes del 9 o después del 13 no hay ningún compromiso, así como el Gobierno tampoco ha hecho ningún compromiso y está actuando", dijo a Efe el comandante Aureliano Carbonell.

En una entrevista en Quito, el dirigente guerrillero insistió en que "hay un compromiso explícito público" de no llevar a cabo operaciones en esas fechas, pero "solo del 9 al 13", y que no existirá por el momento ningún otro gesto.

La tregua unilateral decretada por el Eln por las elecciones, que el presidente Juan Manuel Santos recibió inicialmente como un gesto que su Gobierno esperaba, se vio empañada por la muerte este martes de cinco militares en un atentado atribuido a esa guerrilla en la zona rural de la ciudad de Cúcuta, fronteriza con Venezuela, y en el que otros diez militares resultaron heridos.

Carbonell, que en la ausencia de Pablo Beltrán está a cargo de la delegación del Eln para las negociaciones de paz de Quito, dijo no tener constancia de si sus hombres estaban o no detrás del ataque.

"Yo todavía no tengo ninguna información en ese sentido, por lo tanto no puedo afirmar ni desmentir nuestra responsabilidad sobre eso. No tengo conocimiento y mal haría yo en adelantar algo", declaró.

En un comunicado, el Ejército colombiano indicó que el atentado fue autoría de "sujetos pertenecientes al Frente Juan Fernando Porras Martínez del Eln".

Carbonell comentó que desde que terminó a principios de enero la tregua bilateral de 101 días están habilitados para "actuar", pero aseguró que siguen "dispuestos a trabajar en la mesa (de negociaciones) un acuerdo para un nuevo cese al fuego".

"Queremos de la manera más ágil posible entrar a examinar y acordar un nuevo cese de fuego, que dé otra situación en el país, y que permita que este proceso discurra en otras condiciones, así como se intentó cuando el acuerdo de cese que empezó el 1 de octubre".

Para el comandante guerrillero,"en estos términos no se pueden manejar las cosas" y el diálogo es la única vía "para superar esta situación y para generar otra realidad en el país, eso es lo prioritario", dijo al instar al Gobierno a regresar al diálogo.

El presidente Santos ordenó la retirada de su delegación de la fase pública de las negociaciones, iniciadas en Quito en febrero de 2017, a raíz de una ola de atentados del ELN a finales de enero de este año, que dejó un balance de siete policías muertos y 45 heridos.

Ante la nueva tregua, Carbonell no concibe por ahora que su organización vaya a hacer ningún otro gesto, pero espera que, si fuera necesaria una segunda ronda electoral, para entonces las partes hayan regresado a la mesa de las negociaciones.

"Ojalá que para ese momento hayamos logrado acordar un cese bilateral, pero eso depende de las dos partes, y más se demore la mesa en instalarse, este tipo de incidentes (ataques) van a provocar más ruido".

También se mostró convencido de que "una vez conocida la orden", todas sus unidades actuarán "de conformidad con ello".

"En el cese que hubo hasta el 9 de enero se demostró que todas las unidades lo acataron. Está la cuestión en el Chocó (un ataque en octubre), que la misma estructura que lo realizó reconoció que había sido un error y puso la cara por eso", indió.

Carbonell también se refirió a las recientes declaraciones del presidente Santos acerca de que dos guerrilleros que murieron en la carretera Pamplona-Cúcuta eran venezolanos y que uno de ellos había pertenecido a la Guardia Bolivariana.

Sin confirmar ni desmentir esa información, se limitó a recordar que, a lo largo de la historia, ha habido muchos "internacionalistas" en las filas del Eln.

Y cree que las acusaciones en el caso particular de Venezuela forman parte de una "matriz mediática" para distorsionar las cosas y "facilitar los planes de EE.UU. de agresión militar", en la que "el pretexto es una actitud de respaldo de Venezuela" a su "causa".