Los organismos de socorro de Popayán, Totoró e Inzá confirmaron que encontraron muertos a los dos niños Wepe y Sek Rivera Parra, de 9 y 8 años, respectivamente, luego que Jhon Albert Rivera Ramírez,  padre de los pequeños,  confesara que los había dejado abandonados en el sector de Río Sucio, límites de las dos localidades del oriente caucano. 

Este macabro hallazgo se dio cuando los socorristas iniciaron este lunes la búsqueda de los pequeños, luego que el responsable de esta situación dijo a los investigadores de la Sijín que conocieron el caso que los había sacado de la casa de los abuelos paternos para luego trasladarlos a un sitio que él no precisó.

Sin embargo, los investigadores ya tenían conocimiento que este indígena de 40 años había ultimado a los dos pequeños antes de asesinar a su exesposa Edith Jhoana Parra León, al interior de un inquilinato ubicado en pleno sector histórico de la capital del Cauca.  

“Cómo Jhon Albert Rivera Ramírez fue internado en el hospital para que le salvaran la vida tras ultimar, con un bisturí, a la joven porque esta decidió terminar una relación de trece años con el sujeto, entonces no se contó a tiempo con su testimonio sobre qué había hecho con los dos pequeños, por eso las labores investigativas se centraron con familiares cercanos, estableciendo así que este individuo había sacado a los pequeños de la casa de los abuelos paternos un día antes de cometer el femenicidio de la auxiliar de odontología”, agregaron los investigadores consultados.   

A pesar de esto, las autoridades se abstuvieron de confirmar esta situación con el fin primero de buscar a los cadáveres de Wepe y Sek Rivera Parra, ya después si entregar esta la correspondiente versión a los medios de comunicación. 

Por eso, desde las primeras horas del domingo, organismos socorro como Bomberos Popayán, Cruz Roja y Defensa Civil se trasladaron hasta la vereda Río Sucio para buscar a los infantes, integrantes del resguardo indígena de Yaquibá. 

A la tarea se sumaron comunidades campesinas e indígena de Totoró e Inzá, ya que la noticia de la desaparición de los infantes trascendió, generando preocupación entre los habitantes del oriente del Cauca.   

“Las personas que colaboraron con las autoridades indicaron que como los niños eran muy apegados a él, entonces esa noche de viernes el aprovechó que ellos quería dormir con el papá para sacarlos de la casa, darles a cada un medicamento desconocido. Parece que uno murió a los pocos minutos, mientras que el otro, el mayorcito, el de silla de ruedas,  resistió a esto por eso se enfrentó a este sujeto al ver lo sucedido… Jhon Albert Rivera Ramírez empezó a golpearlo hasta asesinarlo.  Luego ubicó el cadáver de  los dos angelitos en un hueco”, explicaron indígenas de la zona.

Por eso, tomó solidez la hipótesis de la Sijín de que Jhon Albert Rivera Ramírez se comportó según un plan que concibió con anterioridad, el cual apuntaba acabar con su familia y luego suicidarse, tal y como se registró en esa tarde de sábado, cuando este nativo de 40 años arribó a un humilde inquilinato del centro de Popayán para acabar con la vida de la mujer que un día amó. Esa decepción sentimental fue entonces la causa de este atroz hecho violento que hoy conmociona a los caucanos y al país.   

“Esa tarde de sábado llegó donde residía Edith Jhoana para trenzarse en una discusión, como ya era reiterativo en la pareja para luego ultimarla con arma blanca y luego se auto lesionó, pero como los demás inquilinos entraron tras forzar la puerta, entonces su propósito se truncó, ya la gente evitó que acabara con su vida”, explicaron por su parte los inquilinos de la cada donde se registró la muerte de la auxiliar de odontología. 

Ahora Jhon Albert Rivera Ramírez está la espera de ser cobijado con una medida de aseguramiento en centro carcelario, luego que un juez de control de garantías imputara, en un primer momento,  el delito de feminicidio luego de legalizar la captura en flagrancia que adelantó la Policía al llegar a sitio de los hechos. 

“Las diligencias judiciales se adelantaron en el hospital, en la sala de recuperación donde permanece este ciudadano, luego de ser sometido a una operación para contrarrestar un sangrado que registraba en el cuello  y que saliera de la anestesia. Por eso en ese momento dijo que había abandonados a los hijos, pero todo apunta que los asesinó”, acotaron los investigadores de la Sijín.