Desde su cuenta personal en Twitter, Claudia Carrasquilla, directora de Seguridad Ciudadana de la Fiscalía, publicó una imagen del excontralor de Antioquia, Sergio Zuluaga, en la sala de espera del aeropuerto José María Córdova.

En la fotografía, se ve a Zuluaga con una gorra y con un suéter en el que se le ven unas insignias similares a las de un piloto.

“¿A quién se les parece el piloto? Pues les cuento que es nuestro Ex Contralor Sergio Zuluaga, quien fue puesto en libertad por un Juez de Garantías de Medellín. ¿Será que algo debe que se disfrazó?”, fue el texto que Carrasquilla escribió para acompañar la imagen.

El abogado penalista Francisco Bernate comentó la publicación y señaló que “parece que la justicia da salvoconductos para que los delincuentes se puedan volar, y después emitir orden de captura cuando ya no están” (sic).

La Fiscalía vinculó a Zuluaga por, aparentemente, pertenecer a una red de corrupción que engavetaba hallazgos fiscales en alcaldías de municipios de Antioquia a cambio de dádivas y favores personales.

El ente acusador dijo en su momento que “entre los años 2017 y 2018 algunos servidores de la Contraloría General de Antioquia que detectaron hallazgos fiscales durante las auditorías de rutina, se habrían abstenido de denunciar las irregularidades a cambio cuantiosas sumas de dinero o la adjudicación de millonarios contratos”.

Durante las diligencias en las que fue procesado Zuluaga, junto con siete funcionarios estatales y dos particulares, el gobernador Luis Pérez salió a los medios a pedir “misericordia” por el encargado de velar por los recursos de los antioqueños.

Concierto para delinquir, cohecho propio, cohecho por dar u ofrecer, tráfico de influencias, prevaricato por acción, peculado por apropiación, contrato sin cumplimiento de requisitos legales, interés indebido en la celebración de contratos y violación al régimen legal o constitucional de inhabilidades e incompatibilidades fueron los cargos que les endilgaron a los detenidos.

Sin embargo, tras varios días de audiencias el juez que las presidió consideró que el ente acusador no cumplió con la carga “argumentativa y demostrativa”, por lo que decidió que el exfuncionario antioqueño no era merecedor de una detención preventiva y podía enfrentar su proceso en libertad.