Preocupación entre los pobladores de varios municipios del Cauca tras el hostigamiento contra la Policía en Cajibío, el cual dio paso después a un toque de queda decretado por las disidencias de las Farc.

“Que tristeza que se regrese de nuevo a la guerra, a la angustia de vivir otra vez con la expectativa que en cualquier hora se presenten las balaceras, más ahora, que uno no puede salir para ningún lado, atrapado en esos combates que se dan ya en el pueblo como tal”, denunció Braulio Semanate, poblador de Cajibío.

No es en vano el temor. Hoy, en las primeras horas de la mañana, alrededor de treinta guerrilleros o disidentes atravesaron el casco urbano de este municipio, como bien denunciaron los pobladores. En dicho recorrido, hostigaron a los policías, quienes no tuvieron otra opción que atrincherarse en la Estación.

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“Luego del ataque, los sujetos armados tomaron hacia la parte alta de la montaña, ya después presenciaron que llegaron soldados al casco urbano. Después, como a la media hora, la gente se empezó a encontrar panfletos donde los disidentes decretaban un toque de queda entre las 6:00 p.m. y las 6:00 a.m. acá en todo el municipio”, denunciaron los pobladores, quienes compartieron dicho mensaje en sus redes sociales para que todos se enteraran.

Para los moradores de Cajibío, El Tambo, Morales, Suárez y Buenos Aires estas órdenes hay que acatarlas porque es un hecho que ellos, los integrantes de la columna Jaime Martínez de las Farc, cumplen.

En esta zona del departamento ya van dos acciones armadas contra personas que no hicieron caso a dichas advertencias. Son en total seis campesinos que perdieron la vida tras ser atacadas con granadas y fusil.

Y es que en la noche de este lunes, en una clínica privada del sur del Cali, falleció la niña de cinco años que resultó herida en el ataque armado registrado el pasado sábado en el barrio El Diamante de Suárez, luego que su papá y otras personas desobedecieran la orden de las disidencias de no salir de las viviendas entre las 2:00 p.m. y la 8:00 a.m.

“Sé que al señor le decían ‘pirata’, que era mecánico de motos, pero no puedo ampliar más el tema porque no puedo salir, nadie puede hacerlo ahora acá en Suárez porque usted bien sabe quiénes si decretaron un cuarentena de verdad en el pueblo, es mejor hacer caso”, informó un periodista del municipio.

En los mensajes intimidantes se obliga a las personas a solo circular entre las zonas comerciantes de estos municipios, en el horario indicado, además se amenaza de muerte a aquellos ciudadanos que no se identifiquen en los controles que los campesinos realizan en las entradas de las veredas o corregimientos.

“También advertimos que no queremos gente de las ciudades, familias que lleguen serán retenidas, tampoco se permite tener establecimientos de licor, cantinas, barras abiertas, menos queremos a los informantes del Estado, todo aquel que incumpla será declarado objetivo militar”, reza el panfleto que circula en Cajibío.

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En la localidad vecina de El Tambo, organizaciones sociales denuncian desplazamientos de varias familias tras las amenazas de disidentes de las Farc que se disputan varios puntos rurales de esta localidad con la guerrilla del Eln.

“En abril, y a pesar de la cuarentena obligatoria por la pandemia, cerca de 280 personas han sido desplazadas de manera forzada de los corregimientos de San Juan de Micay y Huisitó. La comunidad denuncia un subregistro de aproximadamente 100 personas más, que salieron desplazadas de la parte baja, Betania, Nayita, Sabaletas. Estas familias no reportaron su salida, guardando la esperanza de poder retornar a sus fincas”, denunciaron integrantes de la Mesa Territorial de Garantías de esta región.

El mismo panorama se vive la zona nororiente del Cauca, donde los integrantes de la Dagoberto Ramos decretaron también un toque de queda que abarca no solo municipios como Páez-Belalcázar, sino localidades de los departamentos de Huila y Tolima.

Mientras tanto, en Corinto, ya van dos homicidios en la última semana. Una de las víctimas es Luz Hurtado, campesina de la vereda Pueblo Nuevo que pidió protección de las autoridades tras denunciar varias amenazas en su contra, pero primero llegaron los violentos para ultimarla con arma de fuego.

Por eso, el defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret, alertó del incremento de las acciones armadas de grupos al margen de la ley como el Eln y las disidencias de las Farc en el departamento, en medio del aislamiento social.

“Están instrumentalizando a los líderes comunitarios, obligándolos a transmitir las órdenes de ellos, y es ese escenario es muy peligroso porque ponen en riesgo la vida de los representantes de las comunidades, más ahora medio de la cuarentena, por eso ya alertamos de la situación para que las instituciones tomen las correspondientes acciones”, explicó Negret frente a la situación que enfrenta el departamento.