El general Nicacio de Jesús Martínez, nombrado recientemente como comandante del Ejército, asumió el reto de salvaguardar la seguridad del país en medio de una coyuntura compleja.

Por un lado, tiene la responsabilidad de luchar contra los grupos criminales y las disidencias de las Farc, que buscan ocupar el territorio que dejó libre la guerrilla más antigua del continente después de su desmovilización.

Por otro, sus hombres serán esenciales para el éxito de la estrategia antidrogas, después del preocupante aumento en el número de hectáreas de cultivos ilícitos que se ha registrado en los últimos años.

Martínez afirma que pondrá toda su experiencia y capacidad para cumplir con esas tareas y que, después de la muerte de Guacho, ya están en la mira los próximos objetivos, Otoniel,  Iván Mordisco y Jhon 40, entre otros.

Lleva un par de semanas en su cargo, ¿ya tiene un norte de los retos que asumió como comandante?

Hay un reto muy importante y es poder colocar al servicio toda mi experiencia, toda mi capacidad para que Colombia siga mejorando. La seguridad es el primer reto, es lo que podemos darle a los colombianos en todos los rincones del país. Tenemos que mantener y elevar los estándares de seguridad para todos los ciudadanos.

Dentro del reto está la implementación del plan Bicentenario, que concentra la acción unificada, con los alcaldes y autoridades locales para dar seguridad al Estado.

Usted no lo menciona, pero es evidente que uno de los retos más importantes también es el narcotráfico, ¿cómo combatirán este flagelo que está tan latente en el país?

El narcotráfico no solo es un problema de Colombia. Es regional. El presidente de la República ha dicho que se va a implementar un plan integral en el cual se puedan atacar todos los eslabones de la cadena del narcotráfico.

Para nosotros es importante seguir trabajando con la erradicación. En el 2018 fueron más de 27.000 hectáreas las que eliminamos. Hemos incautado una gran cantidad de pasta de coca, hemos destruido laboratorios, y seguiremos trabajando para tener un punto de quiebre y que quienes estén viviendo del narcotráfico pasen a vivir de economía lícitas.

¿Cuáles son las zonas críticas del país en las que existe el narcotráfico?

Los ríos de Colombia son los más utilizados para sacar droga hacía Venezuela, el Pacífico, el Urabá antioqueño y chocoano, y nos corresponde seguir ejerciendo control para poder atacar el problema.

Usted menciona que habrá un plan integral para erradicar el narcotráfico, ¿ahí caen los campesinos que cultivan coca, la persecución también será contra ellos?

Nosotros atacamos a todos los que están fuera del marco de la ley, quienes estén cometiendo delitos ahí estaremos atentos para colocar ante las autoridades competentes a estas personas.

Hace unos días dieron un duro golpe, el abatimiento de 'Guacho', también dedicado al narcotráfico, ¿con su muerte cuál es el mensaje para esa organización?

Son lecciones aprendidas para quienes están detrás de esa operación. Se creó una Fuerza de Tarea que sigue trabajando en atacar todas las estructuras armadas de esta área, queremos llegar al control efectivo del territorio.

En algún momento se llegó a mencionar que 'Guacho' era un objetivo de alto valor para la Fuerza Pública, ¿Quiénes continúan en esa lista?

Hay objetivos claros destacados por el Ministerio de Defensa que están catalogados como de alto, mediano, y bajo valor, entre ellos y como uno de los principales objetivos se encuentran 'Iván Mordisco', 'Jhon 40' y el mismo 'Otoniel' del Clan del Golfo.

Precisamente, sobre 'Otoniel' ¿qué se sabe? Se habló de un sometimiento

En este momento no puedo mencionar nada sobre ello, solo él sabe por qué no siguió con el plan de someterse a la justicia. Nosotros suponemos que sigue en el mundo del crimen, porque eso le da más beneficios porque conoce el bajo mundo.

Lo que sí sabemos es que al menos 1.500 hombres están en armas pero están es dedicados al narcotráfico. Esta cifra fluctúa, porque entre ellos mismos se ajustician, hay algunos que desisten, se llevan la plata del narcotráfico, entran y salen de ese mundo.

Las disidencias de las Farc  también se han convertido en un blanco para ustedes, ¿esto es porque las filas están aumentando?

Las disidencias de las Farc están en 1.749 hombres en armas, estamos haciendo un análisis para verificar cuántos son con precisión. Desafortunadamente esto ha seguido en aumento y es lo que no queremos, porque engañan a niños, a personas que ya estaban dentro del acuerdo.

Pero las autoridades, en este caso la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), será la que nos diga quiénes ya no hacen parte del acuerdo y los beneficios judiciales y sin duda emprenderemos una persecución.

Donde más hacemos presencia para combatir a esta estructura es en Guaviare, Vichada, Caquetá, Arauca, Nariño y Cauca que son los lugares donde hizo presencia las extintas Farc.

Ya que menciona la JEP, hay un dolor de cabeza que tienen en este momento, se trata de Hernán Darío Velásquez más conocido como 'El Paisa', ¿que saben ustedes de él?

El Paisa en este momento depende de la JEP. Cuando esa jurisdicción nos dé alguna orden, pues la desarrollaremos. La inteligencia tiene algunos indicios sobre su paradero, y es que sí está en Colombia, pero hasta el momento no tenemos pruebas que él esté delinquiendo.

Uno de sus retos como bien lo mencionó es la seguridad, ¿cuáles son las estructuras que le quitan esa seguridad al país?

Nosotros actuamos de manera contundente con los Grupos Armados Organizados con los que están delinquiendo en este momento en el país.

Entre ellos se encuentran Los Pelusos, Los Puntilleros, el Clan del Golfo, tenemos las disidencias de las Farc, el Ejército de Liberación Nacional (Eln), este último que está en medio de un proceso de paz, pero este se surtirá una vez entreguen los secuestrados que están en su poder.