Ante un juez de garantías fue presentada una mujer a quien la Fiscalía señala de diseñar un plan para asesinar a uno de sus vecinos con quien tenía problemas de convivencia. El crimen se ejecutó en agosto de 2016, en el corregimiento La Marina, jurisdicción de Tuluá (Valle del Cauca) y la víctima fue identificada como Dionisio Zapata.

Mucho tiempo después de perpetrado el crimen, la mujer, de quien las autoridades señalaron que se llama Nubia Isabel Buesaquillo, denunció que era objeto de extorsión y que para acceder a las pretensiones de los delincuentes tuvo que entregar su casa para que no atentaran contra su vida.

Quienes asumieron el caso iniciaron las investigaciones preliminares y ubicaron al extorsionista denunciado por Buesaquillo, le hicieron seguimientos y finalmente lo capturaron.

Sin embargo, el tema no se detuvo ahí y el expediente tomó otro rumbo que sorprendió a los hombres del Gaula de la Policía. El presunto extorsionista les confesó que la casa se la habían dado como parte de pago del crimen y que lo de la extorsión obedecía a un montaje de Buesaquillo para recuperar la propiedad.  

Esta trama le costará a la mujer imputación por delitos de homicidio, concierto para delinquir y falsa denuncia.