Poco después que la Oficina de Control de Narcóticos de los Estados Unidos reportó que hubo una leve reducción en las hectáreas sembradas con cultivos ilícitos en Colombia, desde el Congreso nacional se empezaron a escuchar las primeras peticiones al gobierno de Iván Duque para que se retorne a la fumigación aérea. 

“Es un informe que pone en rojo las alertas en el país. Hoy tenemos que identificar que el enemigo número uno de todos los ciudadanos, del Congreso, del Gobierno y de las cortes, es el narcotráfico”, dijo el senador conservador, Juan Diego Gómez, quien lidera esa petición. 

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En tal sentido indicó “debemos revisar las propuestas que ha planteado el Gobierno de retomar las fumigaciones aéreas y caracterizar los territorios de cultivos ilícitos para definir alternativas que sean mucho más eficientes que la sustitución voluntaria y manual”. 

Frente a la fumigación con el glifosato, el senador considera que “hay unas zonas donde se puede fumigar que es selva abierta y allí cabría la fumigación área, pero hay otras zonas donde hay cultivos de pequeños productores campesinos y otras donde hay asentamientos urbanos y allí hay que tener mucho cuidado con las restricciones que puedan tener los productos que se utilicen para ese propósito”. 

Insistió en que “hay que buscar alternativas eficientes como el control biológico, el control orgánico y otro tipo de mecanismos como la fumigación georeferenciada a través de drones que nos permita minimizar los riesgos para la vida humana y para la economía de los campesinos”. 

Una voz en la misma línea la dio el senador uribista Ciro Ramírez, quien señaló que “ya estamos viendo como se ha venido ejecutando y esa lucha frontal contra las drogas del presidente Iván Duque, Estados Unidos viene reconociendo y esperamos ir en esa dirección y en lucha frontal y disminuir los cultivos ilícitos, esa herencia que se recibió del gobierno pasado”.