Debido a esto se declaró la calamidad pública en Cali.
Desbordamiento del río Cauca oblica a acelerar obras del jarillón

El desbordamiento del río Cauca a la altura del puente de Juanchito, que anoche reportaba un saldo de 2361 viviendas anegadas en Juanchito, barrios ribereños de Cali y los corregimientos de Navarro y El Hormiguero, dejó en evidencia la urgencia de acelerar la reubicación de las familias que viven sobre la margen de este afluente y concretar las obras de reforzamiento del jarillón.
De eso son conscientes tanto los habitantes de sectores aledaños al río y, sobre todo las autoridades, que declararon el estado de calamidad pública en la ciudad debido a la creciente que impactó sectores como Playita Renaciente, Puerto Nuevo y Brisas del Cauca, donde según la sala de crisis de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, tuvieron que ser evacuadas 150 familias que estaban en riesgo.
“El Plan Jarillón no está funcionando y el sistema de detección temprana y control de riesgos, tampoco. Vemos que no hay prevención por parte de las autoridades para afrontar estos eventos naturales y que la reacción es tardía. Hay personas que perdieron todos sus enseres y ni siquiera tienen dónde dormir porque sus casas están llenas de agua. Por fortuna, este desbordamiento no dejó muertos, pero tememos que eso pase para que haya haga una verdadera intervención en el jarillón y nos reubiquen más rápido”, dijo Mauricio Segura, presidente de la JAC de Puerto Nuevo, sector donde el nivel del agua rozó el metro y medio de altura.
A este llamado también se unió el personero de Cali, Héctor Hugo Montoya, quien aseguró que “hay que acelerar el proceso de reubicación de las familias que viven sobre el jarillón para evitar cualquier riesgo. En octubre del año pasado, en el sector Las Vegas demolieron viviendas, pero ahí continúan los escombros, no se ve ningún trabajo de reforzamiento y el río está al mismo nivel al que solían estar las casas”.
El alto nivel del río Cauca no dio tregua y este fin de semana se salió en algunos sectores, dejando inundaciones en Juanchito y la zona rural de Cali, como Navarro y El Hormiguero.
Y es que, de acuerdo con cifras de la gerencia del Plan Jarillón, durante el año pasado se reasentaron 250 familias que vivían sobre la margen del río Cauca, lo que indica que han salido de peligro 2089 familias de las 7857 que fueron censadas en su momento como residentes del jarillón y las lagunas de Charco Azul y El Pondaje. De acuerdo con cálculos de este proyecto, para el 2018 el jarillón del río Cauca debe estar totalmente libre de asentamientos.
El alcalde Norman Maurice Armitage indicó que, tras este evento, se espera trabajar de forma más ágil en el reasentamiento de las familias que están en peligro inminente. “Este es un aviso para sacar adelante el refuerzo del jarillón”, dijo.
La creciente del río Cauca, explicó el secretario de Gestión del Riesgo de Desastres de Cali, Rodrigo Zamorano, empezó a gestarse en la tarde del pasado sábado con el incremento del caudal de dos de sus afluentes tributarios: los ríos Palo y Desbaratado, que registraron niveles históricos.
En la madrugada del domingo, el río Cauca registró una altura de hasta 10,10 metros; un aumento considerable si se tiene en cuenta que normalmente, cuando no hay fenómeno de El Niño o La Niña, la altura del afluente no es superior a los 4 metros.
El agua no solo anegó las viviendas de los residentes de asentamientos, veredas y barrios constituidos de Cali y Candelaria. También afectó establecimientos de comercio, bodegas, lotes e infraestructura.
De hecho, este fue un mal fin de semana para los negocios de rumba de Juanchito, pues debido a la inundación las puertas de dichos establecimientos solo se pudieron abrir para evacuar el agua que alcanzó a cubrir su mobiliario.
“El agua del río era tanta, que se devolvió por las alcantarillas y los santarios y en menos de tres minutos estaban los enseres mojándose. Desde el sábado no podemos atender porque no hay cómo conectar un equipo de sonido ni siquiera tenemos cómo entrar a la discoteca”, aseguró José Albán, quien se dedica al mantenimiento de la discoteca La Barra, en Juanchito.
Luis Rodríguez, habitante del sector de Agapito, dijo que la última vez que el río Cauca se desbordó de esta forma fue hace seis años y los daños fueron cuantiosos. “Ahora la preocupación van a ser los zancudos y las enfermedades. En el 2011, cuando también se desbordó el río, fueron muchas las personas que tuvieron dengue a causa de la proliferación de mosquitos”.
El malecón de Juanchito, que bordea el río Cauca sobre la vía Candelaria-Cali, también se inundó en gran parte de su extensión. El agua se desbordó a tal punto que cubrió parte de la carretera, lo que ocasionó tráfico lento durante todo el domingo entre la Subestación de Policía de Juanchito y el motel Hawaii.
Gestión del Riesgo actúa
La Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, Ungrd, anunció que enviará ayudas humanitarias para las familias afectadas por el desbordamiento del río Cauca. Dichos auxilios consisten en 1000 kits de aseo, 1000 kits de cocina y 1000 mercados.
De otra parte, la Secretaría de Gestión del Riesgo del Valle entregó 40 ayudas humanitarias a las familias impactadas del corregimiento de Juanchito. Adicionalmente, once familias fueron reubicadas en un albergue temporal.
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