Cuatro personas heridas, tres simpatizantes de las Farc y un policía, y un carro deteriorado fue el saldo de los fuertes disturbios que se registraron en Montería, tras el lanzamiento del partido político de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, Farc, en la Ronda del Sinú. 

Tal y como ha ocurrido en otras ciudades del país, en Montería el recibimiento de los directivos nacionales fue con huevos, piedras, palos e insultos de grueso calibre. En esta oportunidad no se hizo presente alias Timochenko, aspirante a la Presidencia. 

Pese al dispositivo de seguridad diseñado por la Policía Metroplitana de Montería con 200 hombres del Escuadón Móvil Antidisturbios y un grupo de Carabineros fue difícil controlar la turba que manifestaba su molestia ante la presencia de excombatientes y simpatizantes de las Farc. 

Cerraron cinco cuadras de la Avenida Primera para evitar el ingreso de los molestos ciudadanos, pero cuando llegaron los carros con los miembros de la colectividad, lanzaron todo tipo de elementos y de insultos. "Fuera asesinos", era el coro generalizado de por lo menos 500 personas que protestaban detrás de las barandas de contención. 

En medio de los gritos de protesta, Tomás Ojeda, miembro de las Farc en Córdoba, hizo un llamado a la comunidad para que sea tolerante y para que le apueste a la paz y a la reconciliación, pues ellos dejaron las armas para buscar una nueva alternativa a la cual tienen derechos. 

Una vez finalizado el acto, un grupo de alterados cordobeses siguió el bus en el que transportaban a los simpatizantes del grupo y le lanzaron piedras. Los mismos tuvieron que correr a resguardarse en la terminal de transportes de Montería, pues temían ser linchados. Tres resultaron con heridas. 

En forma simultánea, otro grupo de habitantes lanzaba piedras y golpeaba el vehículo en el que se movilizaba la candidata a la Cámara por la Unión Patriótica en Córdoba, Liney Paternina, quien no resultó lesionada por la atención oportuna de las autoridades 

El dispositivo de seguridad aún se mantiene en Montería, pues los ánimos están alterados y por ello la Policía mantiene una estricta vigilancia en diferentes sitios de la capital.