Teniendo en cuenta que varios senadores, durante el debate de control político del martes, le pidieron al contralor general Edgardo Maya que explicara cómo fue la actuación de la entidad en Refinería de Cartagena (Reficar) los últimos años, el funcionario explicó que el organismo estatal falló por no hacer una revisión más global.

Según Maya, faltó hacer una auditoría integral al proyecto durante cuatro años, “la Contraloría únicamente llegaba a mirar la contabilidad. No había auditoría de resultados o financiera. No se aplicó la modalidad de auditoría integral que había que hacer”.

Para la entidad, varias irregularidades se habrían podido encontrar al hacer el estudio más allá de los análisis financieros.

Uno de esos aspectos fue el que hoy cae sobre Foster Wheeler, que se encontraba a cargo de hacer una especie de auditoría en el proyecto. “El control gerencial que realizó Foster Wheeler es realmente vergonzoso. Realmente no hubo ningún control. Es un constructor gerencial de proyectos y lo que hace es poner un simple sello para que paguen la cuenta que presenta Reficar”, señaló Maya, que también analiza las responsabilidades que caen sobre esta compañía.

Finalmente, frente a los avances del informe final, la entidad explicó que se continúa a un buen ritmo a pesar de la falta de colaboración de las dos compañías implicadas, Reficar y CB&I.

Y explicó que “en un universo de revisión de contratos y de costos tan grande, tenemos que tener la información oportunamente y si no es así deberán proceder los procesos sancionatorios que aplica la Contraloría en estos casos, pues esta es la principal fuente”, anotó.

Siendo así, Reficar y CB&I se exponen a procesos sancionatorios de continuar dilatando la entrega de información que solicita el ente de control.

Bogotá | La República