El presidente de la República, Juan Manuel Santos, confirmó la muerte de 11 soldados del Ejército y un patrullero de la Policía, tras una emboscada en zona rural de Güicán, Boyacá, a una patrulla militar que acompañaba una comisión escrutadora tras la jornada electoral del pasado domingo.

El vehículo fue atacado por guerrilleros del ELN, en donde además resultaron heridos otros 3 soldados, mientras que se desconoce el paradero de 2 soldados, 1 policía, 2 funcionarios de la Registraduría y un guía indígena.

Las primeras versiones indican que los uniformados fueron emboscados por guerrilleros en la zona rural de Güicán de la Sierra, municipio ubicado en la provincia de Gutiérrez, en el departamento de Boyacá, a 255 kilómetros de Tunja.

El mandatario dijo que si el ELN piensa que así ganará territorio político en una negociación con el gobierno, se equivoca. Además, ordenó redoblar las acciones militares contra esa guerrilla.

“Para ELN y todos los que no entren en el camino de la paz el mensaje es claro: los enfrentaremos con todo el poder de las Fuerzas Armadas (…) ayer los colombianos votaron por la paz precisamente para que hechos trágicos como estos no se produzcan", dijo al término de una reunión con la Unidad Nacional.

La emboscada se da en momentos en que el gobierno y el ELN sostienen conversaciones en el marco de la etapa exploratoria de un eventual diálogo formal, donde ya tendrían casi acordado el contenido de la agenda.

No obstante, Santos advirtió que “si el ELN cree que con estos actos va a ganar espacio político o a fortalecerse en una negociación, está equivocado. Es lo contrario”.

Procuraduría condenó ataque

El procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez, condenó el ataque que se produjo este lunes en el resguardo indígena de Bachira, jurisdicción del municipio de Güicán (Boyacá) y que dejo como saldo 12 uniformados muertos.

La acción que fue adjudicada por el Ministerio de Defensa Nacional al grupo guerrillero del ELN cobró la vida de 11 miembros del Ejército Nacional y un patrullero de la Policía Nacional, quienes garantizaban la seguridad en la región durante las elecciones.

El Procurador señaló que el acto fue una “cobarde emboscada” y pidió a las autoridades competentes “que den con los responsables de esta cobarde acción”.

De igual forma, dio un saludo de solidaridad a las familias de los uniformados, “Paz en sus tumbas y todo el rechazo de la sociedad a los criminales”, agregó Ordóñez.

Además, el jefe del Ministerio Público hizo un llamado para la “inmediata acción de las autoridades para encontrar y auxiliar al personal civil y militar desaparecidos tras el ataque”.

*Colprensa