Aunque para las autoridades en Antioquia los motivos de la alianza entre las Farc y el Eln no trascienden de los asuntos estratégicos y de división de territorios, analistas del conflicto armado indican que estos dos grupos aumentarán su accionar conjunto con el fin de presionar al Gobierno en La Habana, Cuba, para que tome la determinación de ordenar un cese el fuego bilateral.

Para el general Leonardo Pinto, comandante de la Séptima División del Ejército, esta alianza no hace parte de una estrategia para presionar el cese bilateral, ni es una respuesta a los bombardeos de las Fuerzas Militares, sino que se viene registrando desde enero de 2013, luego de reuniones entre cabecillas y jefes de estas dos guerrillas: “Se reunieron alias ‘Timochenko’, jefe máximo de las Farc y ‘Antonio García’, que hace parte del Comando Central del Eln. En esa reunión llegaron a unos acuerdos para trabajar de manera articulada bajo un concepto de unidad revolucionaria. Por ejemplo, si hay una operación de las Fuerzas Militares en un lugar donde confluyen estos dos grupos se hacen ataques de manera conjunta. También estaría la orden de respetarse sus áreas de injerencia, respetarse el cobro de extorsiones, manejo de narcotráfico, etc. Hubo una segunda reunión en abril de este año en La Habana, entre ‘Gabino’ y ‘Timochenko’, para refinar los planes y organizar las masas”, indicó Pinto.

Así mismo, el alto mando militar agregó que incluso Félix Antonio Muñoz Lascarro alias “Pastor Alape”, ahora negociador de paz de las Farc en La Habana, fue nombrado en su momento coordinador del Bloque Magdalena Medio y del Bloque Noroccidental de las Farc para llevar a cabo esa alianza entre estos dos grupos.

“Pastor Alape ingresa desde el sur de Bolívar al área de la Séptima División al Bajo Cauca. Ahí se reúne por las Farc con los cabecillas del frente 36, el frente Mario Vélez y de seis estructuras del Eln que actúan ahí: Héroes de Anorí, Héroes de Tarazá, la Compañero Tomás, la María Eugenia Vega, Capitán Mauricio y Compañera Yesenia. Esas estructuras se reúnen en Anorí y ahí a raíz de las indicaciones desde el Secretariado de las Farc y el Comando Central logran la integración. Luego pasan al área del frente 18, al frente 34, 5 y 58. Y en el Chocó vuelve y se reúne con el cabecilla del Bloque de Guerra Occidental del Eln que es alias “Bernardo” y ahí también hay una coordinación. Entonces parte de la tarea que Pastor Alape hizo como coordinador fue lograr afinar esa estrategia para poder delinquir de manera coordinada con el Eln”, confirmó Pinto.

El comandante de la Séptima División recordó entre los últimos golpes perpetrados por estos dos grupos guerrilleros el derribamiento de un helicóptero en Anorí el pasado 9 de enero de 2014, en el que murió un sacerdote y un mayor. Así como otro derribamiento de un helicóptero en diciembre de 2013 en Briceño, que “Timochenko” reconoció que se hicieron de manera conjunta entre Eln y Farc.

Así mismo, Pinto recordó que en la masacre de Amalfi ocurrida el 12 de diciembre de 2014, que dejó siete personas muertas, murió entre ellos un cabecilla del frente Mario Vélez de las Farc conocido con el alias de “Yirman” y huyó alias “Horqueta” del Frente Capitán Mauricio del Eln. “En esa casa estaban reunidos un cabecilla del Eln y un cabecilla de Farc haciendo algún tipo de coordinación y el ataque fue efectuado por las bandas criminales. Lo que indica que en toda esa zona actúan de manera coordinada estos dos grupos”, concluyó Pinto.

La situación en Antioquia y Chocó

Y es que tras la muerte de alias “Román Ruíz”, miembro del Estado Mayor de las Farc, en zona rural de Riosucio, Chocó, las Farc y el Eln retomaron estas alianzas. Según el secretario de Gobierno de Gobierno del Chocó, Bismark Calimeño, estos dos grupos están compartiendo territorios que cada uno domina.

“Sabemos que las Farc y el Eln están haciendo sus operativos guerrilleros repartiéndose los territorios”, indicó Calimeño. El funcionario agregó que en zonas como Medio Atrato, Tadó, Medio San Juan, Quibdó, estas dos guerrillas se estarían repartiendo las zonas de injerencia, aunque señaló que todavía no ha habido registros de ataques conjuntos.

Por su parte el secretario de Gobierno de Antioquia, Santiago Londoño, subrayó que organismos de inteligencia en Antioquia han detectado una alianza fuerte de estos dos grupos desde hace cinco o seis meses. “En el Nordeste y en el Bajo Cauca hemos tenido información de que han actuado conjuntamente. Hace cinco o seis meses venimos registrando esta unión”, sostuvo el funcionario.

Por otro lado, Londoño agregó que esta alianza se viene registrando para ocupar espacios estratégicos pero también para presionar el cese bilateral en las negociaciones que se adelantan con Farc y Eln. “Esa alianza tiene que ver con presionar los diálogos pero también para ganar espacio estratégico en algunas regiones. Aprovechan la capacidad instalada del otro para atacar y en estas zonas que comparten pueden ser más efectivos si tienen un trabajo conjunto. Hemos tenido en Nordeste grafitis en los buses de los dos grupos y en algunas zonas del Norte y Bajo Cauca hay información de movimientos conjuntos”, precisó Londoño.

Presionar el cese bilateral con golpes conjuntos

Para la Fundación Paz y Reconciliación esta alianza se verá materializada en los últimos meses por las operaciones del Gobierno en diferentes partes del país y para presionar el cese el fuego bilateral. Según aseguró León Valencia, director de esta fundación, se esperan “semanas muy duras”, luego de que las Farc suspendieran el cese el fuego unilateral que mantuvieron durante cinco meses.

“El Eln manifestó su apoyo a las Farc en este momento crucial de negociaciones y es muy posible que los dos vayan a operar conjuntamente o que el Eln vaya a prestar los corredores para apoyarlos en las acciones contra el Ejército”, indicó Valencia.

Según el analista, es muy probable que a raíz de los bombardeos la guerrilla responda con acciones armadas en Bajo Cauca y Nordeste, donde confluyen estos dos grupos armados. “Tenemos información de que las Farc están prestas a responder y están en camino acciones contra la infraestructura energética petrolera que pueden derivar en confrontaciones en muchas zonas del país. En el caso de Antioquia donde confluyen en límites con el Chocó en Bajo Cauca y Nordeste puede haber una idea de responder conjuntamente”, aseveró Valencia.

Además, fue enfático en que pueden ocurrir desplazamientos en zonas de Antioquia, Arauca, Cauca y Chocó y la región del Catatumbo. “Hay un hecho nuevo y es que las Farc desde el inicio de la negociación no tenían una alianza como la tienen ahora con el Eln, de manera que en este tercer momento tenemos un ingrediente y es que hay una confluencia de estas dos guerrillas”, resaltó Valencia.

Sin embargo, los analistas consideran que más allá de una hipotética solidaridad guerrillera. El Eln tiene sus propios intereses, como presionar al Gobierno por un alto el fuego bilateral. “El Eln estaba aumentando sus acciones con el propósito de ganar puntos en la mesa exploratoria que tiene.

Lo que pide el Eln es el cese el fuego bilateral y ahora van a aprovechar para pedirlo a través de acciones con las Farc”, dijo Valencia.

Y mientras en la mesa de La Habana se debate el puntos de víctimas y se define la Comisión de la Verdad, la confrontación sigue activa en Colombia dejando más muertos y víctimas por todo el territorio nacional. La presión por el cese bilateral y el rompimiento de la confianza para desescalar el conflicto tienen al Gobierno contra la pared, pues además el trato fue siempre negociar en medio de las balas.

El mismo coordinador residente y humanitario de las Naciones Unidas en Colombia, Fabrizio Hochschild, señaló que “el modelo de negociación en medio del conflicto se dio para un lapso de un año y, cuando han pasado casi tres años, debería repensarse”.

Según Hochschild, es fundamental avanzar “porque se necesita ganar confianza en el proceso de paz y es inmoral que la población civil sea rehén, por un fracaso de llegar a acuerdos de desescalamiento del conflicto. Tienen la obligación las dos partes, que pueden reducir el sufrimiento de miles”.

“Las personas que están en las zonas de conflicto han vuelto al miedo, al confinamiento y pregunto: ¿Es necesario por tener un proceso de paz? Dado que se van a prolongar las negociaciones, se va a necesitar un desescalamiento del conflicto para reducir el impacto humanitario y más paciencia, porque un país que ha tenido un conflicto por tanto tiempo debe tenerla para ponerle fin”, agregó.

El delegado de las Naciones Unidas pidió coraje al Gobierno y las Farc para que se pare el derramamiento de sangre y se llegue a un cese de hostilidades. “No veo que hasta ahora alguna de las partes haya tenido el coraje de cambiar la lógica, a la lógica de la paz; de decir no más y no responder con violencia, yo sé que hay avances y un trabajo muy serio, pero mi preocupación es que el país va en otra dirección a la que va la Mesa y eso no funciona. Puede salir el mejor acuerdo, pero si se está en la lógica de ataque y contrataque, ese acuerdo queda en un papel”, puntualizó.

*Medellín | El Colombiano