Colombia revisa su doctrina militar de cara al posconflicto, con ayuda de Estados Unidos y la Otan, anunció este viernes el Ejército colombiano, luego de que el gobierno y la guerrilla Farc acordaran una fecha límite para firmar la paz en las negociaciones de Cuba.
       
Ante la posibilidad de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc, comunistas) dejen las armas tras medio siglo de rebelión, "he tomado la decisión de realizar, entendiendo el momento estratégico que vive el Ejército de Colombia, la primera revisión formal y total de toda la doctrina militar", dijo el comandante del Ejército, mayor general Alberto Mejía.
       
Para esto, "voy a tener el apoyo no solamente de los Estados Unidos, sino de fuerzas de la Otan (Organización del Tratado del Atlántico Norte) e instituciones fundamentales en el manejo de normas de conflictos armados", agregó Mejía en el foro "El Ejército del futuro: entre transformación y doctrina para construir la paz", de la privada Universidad del Rosario de Bogotá.
       
En la lucha contra la guerrilla y contra el tráfico de cocaína, de la cual Colombia es el principal exportador mundial, Estados Unidos ha sido, desde hace una veintena de años, un importante aliado del gobierno colombiano.
       
El miércoles, en el marco del proceso de paz que el gobierno colombiano y las Farc sostienen en Cuba desde hace casi tres años, las partes lograron un acuerdo crucial sobre una "Jurisdicción Especial de Paz" para los actores del conflicto armado colombiano.
       
Además, fijaron como fecha límite para firmar la paz el próximo 23 de marzo y establecieron que los guerrilleros dejarían las armas a más tardar, 60 días después de la firma de un acuerdo final.
       
En el mismo foro, el general retirado Jorge Enrique Mora, miembro de la delegación del gobierno en La Habana, agregó que el viraje de la doctrina militar colombiana, enfocada en la lucha contra la guerrilla, lo hace "la misma institución que entiende lo que está pasando en el país, que entiende la necesidad de que estamos transitando hacia un cambio de la vida nacional".
       
"Eso nos tiene que llevar a unos cambios estructurales en la propia institución", aunque "no por imposición de las Farc ni de la mesa de negociación", insistió Mora.
       
En el conflicto armado colombiano que ha dejado al menos 220.000 muertos y más de seis millones de desplazados, han participado las Farc, con unos 7.000 combatientes según cifras oficiales, y otras guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha, fuerzas militares y bandas narcotraficantes.

*Bogotá (AFP)