Los monseñores Darío Monsalve y Luis José Rueda Aparicio, de las arquidiócesis de Cali y Popayán, llegaron a Tacueyó, en la zona rural de Toribío, Cauca, con el mensaje de respeto a la vida, como forma de rechazar las acciones violentas que han cobrada la vida de comuneros de este punto del departamento.

Los representantes de la Iglesia católica llegaron a este punto del país, tras salir de Cali, con el acompañamiento de organizaciones sociales, líderes sindicales, campesinos, empresarios y ciudadanos, quienes atendieron el llamado de peregrinar hasta este corregimiento como forma de solidarse con los indígenas y de dejar claro que la vida es el bien más sagrado.

Tras el recorrido por las localidades nortecaucanas como Santander de Quilichao y Caloto, y en medio de un ambiente marcado por la violencia, la caravana llegó hasta este punto, donde fueron recibidos por la guardia, la misma que lucha para salvaguardar la existencia de sus integrantes.

Luego, y como un encuentro intercultural, los dirigentes católicos e indígenas compartieron sus posturas ante la realidad que se vive en estos territorios, donde la última semana han sido asesinado siete comuneros.

“Sabemos que la vida está herida, pero ella los necesita a ustedes, por eso estamos acá, para trabajar por una existencia libre y en paz”, fue el mensaje que compartió monseñor Luis José Rueda Aparicio con los dirigentes nativos.

Mientras tanto, Aída Quilcué, representante comunera, destacó la iniciativa de los líderes católicos al agradecerle la presencia de esta comitiva humanitaria.

“Es muy bueno que ustedes hayan venido acá, para que observen en terreno cómo es la realidad de nuestras realidades, se dieron cuenta que desde la llegada, en Caloto, hasta Tacueyó hay fuerza pública, entonces sí está cerca, uno se pregunta cómo es que incineran el carro que fue víctima atentado, esos interrogantes lo realizamos para encontrar un consenso entre todos los involucrados en esta situación”, agregó Aída Quilcué.

En Popayán, el presidente de la República, Iván Duque, lidera una mesa de trabajo a puerta cerrada con representantes de la comunidad de esta zona del país, autoridades locales y regionales, así como con los comandantes de las unidades de Policía y Ejército, para encontrarle salida a la situación de inseguridad que vive en el norte del departamento.