Andrei Ermakov, de 37 años, natural de Moscú, fue capturado en el aeropuerto Internacional José María Córdova de Medellín cuando pretendía abordar un avión con destino a Rusia, haciendo escala en Panamá.

El extranjero había facturado el equipaje para enviarlo por bodega, pero cuando estaba en la sala de espera, se mostró muy nervioso por lo que las autoridades lo abordaron a fin de establecer si se trataba de algún problema de salud.

“Inquieto por la presencia de los uniformados, decidió expresar en un escaso español y con un lenguaje de señas que todo estaba bien. Inmediatamente, en la bodega se inició la búsqueda de su equipaje, con el apoyo de un perro antidrogas, y se dio la primera señal positiva de la presencia de alcaloides”, señala el comunicado de la Policía de Antinarcóticos.

Al revisar el equipaje, los uniformados hallaron  un compartimiento o doble fondo en su interior “se determina que la maleta estaba contaminada con clorhidrato de cocaína oculta en una modalidad de ‘encauchetado’, consistente en un tratamiento químico que moldea y reemplaza las paredes del equipaje original por droga. Pesó 8.5 kilos”, señala el informe policial.

Según las autoridades, la pretensión de las organizaciones narcotraficantes es llevar el alcaloide hasta los países donde alcanza un elevado valor, debido a las penas y las sanciones que allí se aplican.

“Las investigaciones continúan a fin de precisar si el capturado hace parte de la mafia Tambovskaya que viene ampliando sus tentáculos criminales no solo por Europa sino también en América” agrega el comunicado oficial.