Un año después de haber dado a conocer el inicio de una etapa exploratoria de diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (Eln), un incremento en la ofensiva de esta guerrilla buscaría traducirse en acciones políticas de cara a una negociación formal con el Gobierno.

Mientras tanto, cuando insisten en presentarse como un grupo armado renaciente, los puntos de la eventual agenda siguen sin concretarse y no por la discusión del desarme, como lo han sugerido sectores políticos, sino por la preocupación de este grupo de “incluir a la sociedad” en la negociación.

Así lo aclaró el máximo comandante del Eln, Nicolás Rodríguez Bautista, alias 'Gabino', quien ha defendido que nunca se han negado a discutir el desarme, y asegura que la última palabra para que se den las conversaciones la tienen las ‘clases dominantes’.

“Ellas son las que deben comprometerse a que en la lucha por el poder no intervenga la violencia. Y será el tiempo el que diga quién cumple con seriedad: Si ellas o las fuerzas populares”, dijo en un comunicado el pasado domingo.

Aunque esa guerrilla ha dicho que hay avance en un 85% de la discusión previa a la mesa formal, es poco lo que se conoce sobre el futuro del diálogo. Por ahora, los aspectos logísticos no representarían ningún obstáculo.

Esto ya que Gabino afirmó en esa misma comunicación, que durante los tres años de diálogo exploratorio han contado con el apoyo de cuatro países garantes y dos acompañantes, y con el cual esperan seguir contando.

Asimismo, frente a la posibilidad de que la mesa de negociaciones se establezca en Ecuador, el insurgente dijo que no es un tema definido pero “que hay varios países vecinos que ofrecen suficientes garantías de apoyo político, logístico y de seguridad necesarias para ser sede de estos diálogos en la próxima fase pública”.

Horas después, el presidente Juan Manuel Santos, respondió a estas declaraciones desde Nueva York, donde la comunidad internacional resaltó el acuerdo histórico de justicia de su gobierno con las Farc.

Antes de iniciar su participación en un Foro de la Alianza del Pacífico, el mandatario precisó que: "Estamos en la parte confidencial, yo no quiero hacer ninguna especulación no tenemos todavía acuerdos con el ELN apenas lleguemos a acuerdos con el Eln lo vamos a anunciar".

Lo que preocupa es que mientras se produce un acuerdo público, el Eln sigue focalizando sus acciones en zonas donde históricamente ha tenido presencia y es la estructura más fuerte del Eln, con cerca de 500 combatientes y una red de 1.500 milicianos. “Hay una parte del Eln que ve en el éxito de la negociación con las Farc la oportunidad de reinventarse”, explicó.

Precisamente el ELN se ha cuidado de no exponerse en confrontaciones abiertas con el Ejército, pero ha concentrado sus acciones en ataques a la infraestructura minero-energética, la extorsión a empresas de este sector y el secuestro, como actividades de doble objetivo: con fines económicos o políticos, persiguiendo una agenda nacionalista en esta materia.