Son once personas, incluido el Nuncio Apostólico, Ettore Balestrero, los encargados de atender al Papa Francisco y su comitiva en la sede de la Nunciatura Apostólica, en Bogotá, durante su visita a Colombia, entre el 6 y el 10 de septiembre próximos.

“Al Santo Padre le gusta dormir siempre en el mismo sitio, por eso va a las ciudades de la visita y regresa”, explicó este viernes el Nuncio, al recordar que esa misma sede ya había acogido en 1968 a Pablo VI y en 1985 a Juan Pablo II.

El Arzobispo Balestrero contó que cuatro sacerdotes, una chef, un jardinero, dos conductores y una persona de contabilidad y tres religiosas integran el equipo de la Nunciatura encargado de “hacer lo más agradable posible” la estadía del Sumo Pontífice en la Capital colombiana.

Además, hay tres señoras que colaboran con el aseso: Aydé, Nubia y Fanny.

Balestrero también reveló que diez personas integran la comitiva que acompañará al Sumo Pontífice, entre ellos un conductor y su médico de cabecera, que también atendió a Juan Pablo II -ambos viene desde Roma-, además del personal de seguridad. El resto de acompañantes se alojarán en hoteles.

Carmenza Morales, la chef de la Nunciatura, tiene a su cargo la honrosa misión de preparar los alimentos para el jerarca católico.

A Su Santidad, dijo, le ofrecerán platos de las regiones que no podrá visitar, y adelantó que las restricciones del Papa Francisco en materia gastronómica son muy pocas. “El Papa come de todo menos alimentos con semillas”. En la mesa principal de la Nunciatura para el desayuno se servirá yogurt, cereales, carnes frías, quesos y pan de diferentes variedades.

También habrá postre de natas, pastel gloria, mugs de café, un merengón, enyucado de la costa Pacífica y manjar blanco del Valle.

Las frutas preferidas del Sumo Pontífice son banano tipo bocadillo y mango, aunque la mesa tendrá cuanta fruta tropical, esperando a que Francisco quiera probarlas, entre ellas kiwi, pitahaya, y eso sí: salpicón, corriente y con helado.

Y el plato fuerte será: “Le vamos a ofrecer ajiaco santafereño con todos sus ingredientes: papa de las tres clases (criolla, sabanera y pastusa), pierna-pernil de pollo, mazorca desgranada, guscas, alcaparras y crema de leche”, cuenta Carmenza. Como plato alternativo se ha pensado en sobrebarriga criolla. El acompañamiento será arroz blanco, patacón y aguacate y vegetales. Todo será servido en poca cantidad y sin nada de grasas.

En cuanto a bebidas, “nunca toma vino, solo agua, y se le ofrecerá además de café colombiano, mate argentino”, agregó el Nuncio Balestrero.

“Todos los días compartiremos desayuno y cena, solo el primer día compartiremos el almuerzo con Francisco. En total Su Santidad recibirá cuatro desayunos y cuatro cenas, el almuerzo será en las ciudades que visitará. El último día de la visita, el 10 de septiembre, desayunará en el vuelo de regreso”, añadió el prelado.

A su llegada a Bogotá, el Papa Francisco será recibido por los obispos representantes del Celam -Consejo Episcopal Latinoamericano- quienes junto con los servidores de la Nunciatura y el Nuncio Balestrero lo esperarán en la capilla de la sede diplomática.

“Su Santidad llega a la Nunciatura, saluda en la capilla a Dios, que es jefe de la casa. Allí lo esperamos todos en oración. Ofrecerá un ramo de flores a la Virgen María para encomendarle su viaje apostólico a Colombia para llegarles al corazón de todos los colombianos. Si lo desea, puede salir en las mañanas por los jardines de la Nunciatura pues siempre se levanta a las 4:20 de la madrugada, a rezar por un buen rato, siempre lleva su propia Biblia y su propia liturgia -oraciones y Salmos-, y subraya las palabras que más le impacta para incluirlas en el sermón”, explicó Balestrero.

El Nuncio explicó que muestra de la humildad del Papa Francisco es que “no hizo ninguna exigencia” para la habitación que ocupará: “Hace unos meses hicimos unos trabajos locativos por unas goteras, pero la habitación es muy común: una cama normal con un cuadro del Padre Marianito de Angostura, no más. El Santo Padre quiso compartir lo mismo que nosotros tenemos aquí”.

La Hermana Sandra González, de la comunidad de las Hijas del Fiat de la Diócesis de Sonsón-Rionegro, en Antioquia, contó que cada uno de los empleados de la Nunciatura “hizo un pequeño sacrificio, lo escribió en un papelito, y lo depositará en un confrecito que tendremos en la capilla.

Ella es tan privilegiada de estar cerca del Papa Francisco y atenderlo como Jesús Enrique Moreno, asistente del Nuncio: “Esta es la mejor gracia de Dios, se siente alegría y júbilo por estar tan cerca del Papa. Fernando Cangrego, mi coequipero, y don Ovidio, el jardinero, no nos cansamos de darle gracias a Dios por esta bendición”, dice.