Un total de 23 años de cárcel deberá pagar el hombre de 62 años investigado por la Fiscalía porque habría abusado sexualmente de sus 11 hijas, en hechos ocurridos en el municipio de Simacota, Santander, entre los años 2002 y 2004.

De acuerdo con la Fiscalía, el hombre optó por acogerse a sentencia anticipada por el delito de acceso carnal abusivo con menor de 14 años de edad, debido al abuso del que fueron objeto dos de sus hijas, una de las cuales incluso quedó embarazada.

En consecuencia, el proceso investigativo y de recolección de material probatorio por el abuso sexual del que también habrían sido objeto sus otras nueve hijas se sigue adelantando por parte de una unidad especializada del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, de la Fiscalía.

El aterrador caso de abuso sexual fue desempolvado de los archivos en los que estuvo por años, luego de que, a comienzos de 2015, una de las víctimas acudió a la Fiscalía para saber cómo iba el proceso.

Según consta en el expediente, las víctimas habían instaurado la denuncia el 15 de enero del año 2010, y durante el proceso, radicado en la Fiscalía del municipio de Vélez, se adjuntaron como pruebas tres entrevistas realizadas a tres de las víctimas del presunto abuso, además de otras pruebas.

Pese a la gravedad del hecho, un asunto netamente jurisdiccional, en este caso establecer cuál era el juez natural, retrasó el proceso, hasta que la Fiscalía Tercera seccional de Socorro lo retomó y activó nuevamente la investigación.

Cuando empezaron las pesquisas para ubicar al presunto responsable, se estableció que el hombre se encontraba preso en la cárcel de Vélez por el delito de porte ilegal de armas de fuego.

En razón a que estaba a punto de quedar libre, la Fiscalía lo solicitó para indagatoria por el delito de acceso carnal violento agravado en concurso material homogéneo y sucesivo y ordenó su detención preventiva.

Ahora, tras acogerse a sentencia anticipada, purgará la condena de 23 años en la cárcel de Berlín, en el municipio de Socorro, a donde fue trasladado.

Los abusos

La Fiscalía asegura que el maltrato físico y sexual del que fueron objeto las víctimas por parte de su padre ocurrió entre los años 2002 y 2004. Luego de la muerte de la mamá de las 11 niñas, su progenitor quedó solo y no reorganizó su vida con otra mujer.

Una de las víctimas le narró a la Fiscalía que cuando tenía nueve años fue violada por su padre en una finca ubicada en la vereda Flores Blancas, del corregimiento San Juan Bosco de la Verde de Simacota.

Ella recuerda que el episodio de abuso sexual se registró en una zona boscosa ubicada a una hora de su casa, en un cambuche donde su padre tenía sembrado un cultivo de coca.

Este aberrante cuadro de abuso ocurrió durante dos años, hasta que la pequeña, cansada del maltrato, huyó de la finca. Finalmente, ella quedó bajo custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).

La misma denunciante le contó a la Fiscalía que cuando alguna de ellas se negaba a tener relaciones sexuales con su papá, eran sometidas a crueles golpizas.

Bucaramanga | Vanguardia Liberal