En una base de cemento hecha por los vecinos de La Conquista tres banderas: Colombia, Cúcuta y Asociación Conquistadores de Paz, se bandean.

Los pabellones representan la fuerza, el trabajo mancomunado y el compromiso de esta comunidad, en su mayoría víctima de la violencia.

En la base de las astas se lee parte de la consigna de los Conquistadores de Paz: Seguimos firmes en la búsqueda de la paz, para no revivir el dolor del pasado y así, darles a nuestros hijos, nietos y futuras generaciones un regalo de libertad,

“Este es un monumento que hicimos a las víctimas, nos sirve para recordar de donde venimos y para luchar porque ninguna familia vuelva a sufrir ese flagelo”, explica Mariliz Martínez, coordinadora de la Asociación Conquistadores de Paz.

Desplazada del sur de Bolívar, Martínez, llegó a Cúcuta hace tres años huyéndole a la violencia.

Se instaló en el asentamiento La Conquista y se unió con sus vecinos para conformar una asociación que vele por los derechos de las víctimas del conflicto armado.

Mariela García, 61, años, también hace parte de la asociación, y es la cuota de La Conquista en la Mesa Municipal de Víctimas, oriunda de Caldas se mudó a Medellín huyéndole a las milicias urbanas y tuvo que refugiarse en Cúcuta por este mismo motivo.

Le mataron a su hijo y a un yerno por no acceder a ser parte de estos grupos, por lo que su misión, como ella lo asegura, es hacer algo de justicia con las personas que como ella perdieron su familia por culpa de la guerra.

“No podemos remediar tristezas ni devolver muertos, pero si podemos asesorar a las personas que están en esta situación para que puedan acceder a las ayudas del estado”, explicó García.

Para ella la falta de conocimiento de las víctimas sobre sus derechos y los programas nacionales de ayuda los revictimiza, por lo que pretende ser en la mesa los oídos, los ojos y la boca, de los desplazados.

Además de explicarles a las víctimas las rutas de acción de cada programa, la asociación se encarga de gestionar capacitaciones laborales y académicas para  las 47 familias que la componen.

Para Luz Helena, desplazada en tres ocasiones de Antioquia , Córdoba y Santander, la asociación los ayuda a seguir adelante con sus vidas al tiempo que comparten sus experiencias, y sirven de apoyo para superar su amarga experiencia.

Pese a que el punto de encuentro de los Conquistadores de Paz queda en La Conquista, los asociados provienen de Crispín Durán, Guadalupe, Paz y Progreso, Simón Bolívar, Camilo Daza, entre otros sectores de las comunas 6 y 7.

Les apuestan a las capacitaciones

Además de servir de puente para la asesoría jurídica a las víctimas del conflicto armado la asociación Conquistadores de Paz  llevó a La Conquista dos cursos: liderazgo y  promotores de salud, los cuales tendrán una duración de seis meses.

“Con la ayuda de  la Cruz Roja y el Servicio Jesuita a Refugiados, formaremos a los nuevos líderes de este sector”, dijo Omaira Bastos, quien también hace presencia en la Mesa de Víctimas.

Así mismo, en el área de salud, los participantes aprenderán a inyectar, tomar muestras médicas, hacer canalizaciones, utilizar el termómetro, medir los niveles de azúcar y primeros auxilios.

Bastos aseguró que los Conquistadores de Paz están en la búsqueda de apoyo de entidades públicas y privadas para ampliar la oferta educativa.