La cocina industrial no ha sido encendida, las ollas siguen sin estrenar, la licuadora y los platos aún están en sus cajas, y unas 200 sillas y mesas están sin comensales. Es el panorama en el comedor escolar de Las Delicias, que pese a que fue terminado el año pasado no fue incluido en el Programa de Alimentación Escolar (PAE)

No estar dentro de una institución educativa hizo que el comedor, construido con recursos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), quedara por fuera de la lista, al igual que otros  6 de los 11 comedores satélites que funcionaban en Cúcuta, dijo Mario Pezzoti, secretario de Bienestar Social.

Pezzoti aseguró que por lineamientos del Ministerio de Educación Nacional tuvieron que eliminar los almuerzos en los comedores de El Paraíso, Niña Ceci, Manuela Beltrán, Valles del Rodeo, entre otros.

“Las revisiones de los órganos de control arrojaron que había comedores que no cumplían los lineamientos que exige el ministerio, y cómo estos estaban por fuera de los colegios el municipio no podía invertir en su infraestructura”, explicó el secretario.

Irónicamente en Las Delicias los almuerzos llegaron los últimos seis años, cuando el comedor funcionaba en un rancho con piso de arcilla y viejas bancas de madera. Ahora que tienen un sitio mejor acondicionado los niños no por podrán disfrutar de los almuerzos.

Los últimos tres años, Acnur construyó dos comedores de este tipo en Manuela Beltrán y Las Delicias. Ninguno pasó al prueba este año. En  el primer barrio el servicio duró dos años, en el segundo no fue posible que los almuerzos llegaran.

“Es lastimoso que con una estructura de este tipo con toda la dotación necesaria no pueda garantizarle un almuerzo a nuestros niños”, dijo Gabriel Hernández, presidente de junta.

“Nos ilusionamos con tener un comedor con pisos de cerámica, baños, buena ventilación y un amplio espacio, y ahora que lo tenemos podemos usarlo como se debe”, dijo acongojado José Luis Zabaleta, presidente de Las Delicias.

Por su parte, funcionarios de Acnur señalaron que en las dos obras se invirtieron 240 millones de pesos, y es una lástima que esta inversión se pierda. Acnur está buscando establecer algún acercamiento con el municipio para reevaluar esta situación.

En El Paraíso los vecinos también perdieron su inversión.

En 2013, recolectaron 11 millones de pesos para su comedor y solo les funcionó un año.

Aunque el presidente de junta Raúl Ortiz y la comunidad  se comprometieron  a pagar los recibos del agua y la luz no fue posible llegar a un acuerdo.

Hicieron excepciones

 Pezotti dijo que se hicieron excepciones. Cuatro colegios tienen habilitados los viejos comedores, mientras terminan la construcción de los nuevos. Otros firmaron un compromiso para empezar a construirlos. Tal es el caso de los comedores de Comuneros, Loma de Bolívar y sede Hernando Acevedo del Colegio Simón Bolívar.

“En Comuneros llegamos a un acuerdo con la junta comunal para que ellos paguen los servicios públicos; no podemos hacerlo por estar por fuera de la institución”, dijo.

Pezzoti dijo que los cerca de 700 cupos que quedaron en el aire en los comedores cerrados fueron reasignados a otros sectores de la ciudad.

Los colegios que se quedaron sin comedores reciben complementos nutricionales industrializados.