Desde ayer iniciaron las primeras pesquisas arrojando como saldo la incautación de 17 kilos del producto en mal estado.

Según el comandante del Distrito I de Policía, mayor Misael Ortiz, en el galpón mayorista no se encontró pescado dañado, sin embargo, las unidades se trasladaron al sector de la antigua Sexta evidenciando que allí habían alimentos de dudoso estado y procedencia que no cumplían con las normas sanitarias.

“Estamos realizando unas actividades de control con la Policía Ambiental y Carabineros, verificando Cenabastos pero vamos a ir también a los supermercados, plazas , placitas satélites y donde se venda al público”, dijo.

Según las autoridades, este año se hará también especial control al tallaje que no puede ser mínimo a 20 centímetros en el caso del bocachico y de 80 centímetros para el bagre.

“El comercio del pescado es del 60 por ciento y por ello los controles. Pedimos a la comunidad en general que nos informe donde vean  que los alimentos no se encuentren  en cadena de frío o que no están siendo transportados adecuadamente”, informó Ortiz.

El pescado que compren los cucuteños, para que eviten intoxicaciones, debe no tener un olor demasiado penetrante, que el ojo del pescado sea brillante, que las escamas sean vivas y no tengan visos amarillos o negros.

“En el caso del pescado salado debe tener una buena consistencia, que no se desmenuce con facilidad y que tenga un buen salaje”, dijo el comandante.

Las autoridades indicaron que la manipulación también será vigilada, sin embargo, pide a los vendedores a que traten de mantener las condiciones sanitarias óptimas para su comercialización.