La norma fue sancionada el año pasado por el Congreso, con el fin de autorizar a los municipios para que los carros y motos inmovilizadas por Tránsito que están abandonados por más de un año  entren en un proceso de remate o se chatarricen.

La Opinión visitó tres patios, dos de los cuales fueron clausurados, y encontró todo un cementerio con cientos de automotores (buses, carros, camiones, camionetas y motos).

Según el concejal Oliverio Castellanos,  el problema es que por la ocupación de estos lugares siguen generándose gastos de parqueadero que aún no se sabe quién pagará y cómo.   

Cifras concretas

El secretario de Tránsito, Javier Ardila Lozada, dijo  que hay en los patios unas 1.800 motos y 180 carros, pero no reveló cuántos automotores de esa cifra pueden ser rematados o chatarrizados por decisión de la ley.

Ardila afirmó en otras ocasiones que se dificultaba la aplicación de la ley, porque muchos de los vehículos, sobre todo las motocicletas, son de procedencia venezolana.

Afirmó que no puede rematarlos (como lo había prometido) porque muchos no tienen propietario o no están a paz y salvo con la obligación generada por servicios de parqueadero y grúa.

Aunque se intentó comunicación con los representantes legales de los parqueaderos donde están ubicados los vehículos, para conocer la dimensión en número de carros y motos abandonadas, no fue posible.

Ardila informó que la mayoría de vehículos están abandonados y no se sabe de quién son, porque normalmente no es de la persona que lo conduce y sus propietarios originales son venezolanos.

Sin documentos de propiedad no puede existir una negociación, entonces, el vehículo está en un limbo jurídico, explicó.