No hay un metro de espacio público libre en las diez manzanas que conforman el barrio La Merced. Allí, aseguran los vecinos, no hay ni ley ni autoridad que valgan, pues a todos se los pasan por la faja, como dice el lenguaje popular.

Para los habitantes de este sector se volvió una tortura movilizarse por calles y andenes, dada la desbordada invasión que protagonizan talleres de mecánica, cafeterías, almacenes de repuestos, latonería, lavaderos de carro entre otros.

Todos estos oficios funcionan en el espacio público, dijo la presidenta de la junta de acción comunal, María Elena Clavijo.

La dirigente denunció que ninguna campaña para liberar el espacio público de las emprendidas por la alcaldía en su barrio ha dado resultado.

Clavijo aseguró que Tránsito hizo solo dos operativos el año pasado para despejar las vías de carros mal parqueados, “pero no se volvieron a ver agentes ejerciendo la autoridad en las calles del barrio”.

El sector es conocido popularmente como el taller de mecánica más grande de Colombia, donde la ley no existe ni mucho menos quienes trabajan allí reconocen autoridad alguna, aseguró Rogelio Campo, un vecino que lleva 30 años viviendo allí.

En el recurrido que hizo La Opinión, se comprobó lo denunciado por Campo.

En efecto, La Merced es territorio de nadie y lo que más llama la atención es que quienes están patrocinando la violación de normas de tránsito, ocupación del espacio público y contaminación del medio ambiente, no son otros que los representantes del comercio formal, es decir, los dueños de los negocios de venta de repuestos y talleres de mecánica.

Allí los peatones no tienen por dónde caminar, porque además las calles también están invadidas de vehículos y motocicletas mal parqueados.

Y ni qué decir de la contaminación visual que reina en cuanto árbol existe en La Merced.

“El barrio es exclusivamente residencial, según el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), pero por la falta de autoridad se nos convirtió en un infierno donde todos hacen los que se les da la gana”, dijo Clavijo.

Pero no solo violan la ley los dueños de talleres de mecánica y almacenes de venta de repuestos, también los centros de lenocinio que funcionan allí sin estar autorizados.

La presidenta de la junta de acción comunal denunció que en frente de los colegios que funcionan en el barrio, a donde acuden niños a recibir clases, también operan prostíbulos y negocios del juego de billar.

“Es imposible caminar sin tener que saltar obstáculos, nos sentimos atrincherados”, dijo Campo.

Está en la mira: Gobierno

El secretario de Gobierno, Oscar Gerardino, dijo que su despacho tiene agendado operativos de recuperación del espacio público en distintos sectores de la ciudad, incluido el barrio La Merced, donde también se hará efectivo el decreto que prohíbe los espectáculos de mujeres semidesnudas en la calle, al igual que  el funcionamiento de prostíbulos.

El plan allí se llevará a cabo con el concurso de la Policía de Tránsito.