Hoy, a la par de decenas de celebraciones religiosas en honor a la Virgen de Fátima, un barrio en la comuna 8, celebra en silencio un año más de fundación.

Aunque las 300 familias que se instalaron en el 2000 en el asentamiento 13 de Mayo no llegaron a estos predios en esta fecha, sino en abril, decidieron adoptar este nombre para institucionalizar las festividades de su barrio y encomendarle a la Virgen de Fátima el barrio naciente.

Hoy, quince años después de haberse instalado en los predios ubicados entre Juan Pablo II,  El Minuto de Dios y Nueva Esperanza, los vecinos siguen a la espera del milagro que los ayude a construir su barrio de ensueño.

A la fecha no han obtenido la legalización,  tienen cerca de la mitad de sus vías sin asfaltar, y carecen de salón comunal.

Javier Prada Villamizar, expresidente de junta y fundador del 13 de Mayo, recordó que solo en dos ocasiones los vecinos le celebraron el aniversario al asentamiento.

“La primera fiesta fue en el cumpleaños número siete. Celebramos que habíamos cumplido el tiempo exigido por la Ley para iniciar el proceso de legalización”, explicó Prada. “Sin embargo la legalización de predios sigue en veremos”.

Durante la celebración se hizo entrega de una imagen de la Virgen de Fátima, la patrona del barrio, que aún reposa en la calle 1 con avenida 22.

En medio de la fiesta, los encuentros deportivos y culturales se trató de institucionalizar las festividades pero solo se repitió al año siguiente. Hoy, en sus 15 primaveras, la fecha pasará sin pena ni gloria. La comunidad asegura que el municipio los ha tenido abandonados.

Entre los regalos que piden sus vecinos para este aniversario son variados. La lista la encabeza la legalización, seguida de la pavimentación de vías, la construcción de un salón comunal y la habilitación de un espacio deportivo propio.  El 13 de Mayo comparte una cancha de microfúbol y un parque con los vecinos de Juan Pablo II.