En el último informe del Dane, correspondiente al trimestre diciembre 2017 - febrero 2018, Cúcuta ocupó el primer lugar en la tasa de desempleo con un 18,7%.

La cifra representa un incremento de 0,7 puntos porcentuales con relación a igual período del año anterior en donde el resultado fue de 18%.

De esta manera, se ha vuelto bastante común para la población cucuteña la presencia de vendedores informales en las calles de la ciudad que, bien o mal, se rebuscan el dinero para llevar a casa diariamente.

Se ven en los parques, en los andenes invadiendo espacio público, en la carretera invadiendo el espacio de los carros y también en los semáforos, vendiendo toda clase de cosas o limpiando vidrios.

Sin embargo, pese a la costumbre de muchos de ver esta situación, hay quienes opinan que se trata de "inconveniente" pues "todos los días es un problema".

En un debate que La Opinión realizó a través de redes sociales, los usuarios se quejan porque "no hay seguridad" y en muchas ocasiones "toman por obligación que hay que darles plata".

De hecho, la percepción de las zonas donde están ubicados los semáforos, ya no son tomadas con toda la tranquilidad pues en muchas ocasiones se pasan la luz roja por evitar que alguien se acerque a pedir dinero.

Aunque desde la Alcaldía de Cúcuta no se han tomado acciones concretas de reubicación u opciones laborales, salvo la requisa de quienes allí laboran, las únicas medidas son las del despeje del espacio público, un tema que aún es polémico en Cúcuta pues mientras intentan desocupar un lugar, otro es invadido.

Y sin embargo, la misma ciudadanía se molesta cada vez que la Policía toma cualquier tipo de acción que corresponda al desalojo de un espacio que por ley, es de todos.

Nada de lo que han hecho las tres últimas administraciones por devolver el espacio público a los ciudadanos ha dado resultados ni a corto ni a mediano plazo.

La cifra de 500 vendedores informales que había en el centro de la ciudad en la alcaldía de María Eugenia Riascos, se incrementó al doble en la administración de Donamaris Ramírez, y en la actual, se elevó cuatro veces, es decir, unas 2 mil ventas callejeras copan andenes, parques, calzadas y hasta fachadas de iglesias.

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